Twitter te hace pensar que eres sabio,instagram que eres fotógrafo y facebook que tienes amigos. El despertar va a ser duro.
(Leído en redes sociales)

viernes, 25 de diciembre de 2015

El aburrimiento de los niños en vacaciones

El aumento de tiempo libre puede provocar probablemente aburrimiento entre niños, adolescentes, jóvenes y adultos. El aburrimiento es un sentimiento que no nos gusta experimentar, pero está en nuestras vidas, por lo que se debe aprender a gestionar en lugar de tratar a toda costa de evitarlo.

LOS RIESGOS DEL ABURRIMIENTO.

Encerrarse en uno mismo al no tener recursos para resolver los obstáculos que aparecen en la vida.
Actitud impulsiva: búsqueda constante de nuevas experiencias cada vez más arriesgadas.
Aumento del aburrimiento ya que este genera más desanimo.
Vida ocupada en lugar de tener una vida plena: hacer cosas por hacer o porque se cree que debemos hacerlas no porque realmente disfrutemos de ellas.


BENEFICIOS QUE PUEDE OBTENER UN NIÑO GESTIONANDO EL ABURRIMIENTO

Aparte de conseguir lo anteriormente mencionado también se desarrolla:

La curiosidad.
La observación.
La capacidad para estar tranquilos en las situaciones que se requiera.
Tolerar mejor los momentos en los que no sepan qué hacer.
Ser capaces de estar con los adultos sin llamar la atención.
Motivación: por ser ellos los creadores de sus aventuras.
Autonomía: porque deciden qué hacer y cuando.
Tolerancia a la frustración: ya que sus invenciones no saldrán a la primera.
La capacidad de investigar.


Estar entretenido frente a una consola, tableta o móvil no desarrolla las numerosas habilidades que todos los niños pueden descubrir o mejorar.



CÓMO LOS NIÑOS PUEDE SACAR EL MÁXIMO PARTIDO DEL ABURRIMIENTO.

  • Ofrece a tu hijo un espació sin objetos de entretenimiento fácil: tableta, televisión, juguetes, consolas…
  • Dispón de materiales creativos (aquellos que pueden convertirse en cualquier cosa que se imagine): colores, hojas, cajas de cartón, cartulinas, trozos de papel, material reutilizado, etc.
  • Acompaña a tu hijo en el proceso: juega con él a crear con estos materiales. 
  • Libera tu imaginación y construid, por ejemplo, una nave espacial con una caja de cartón. 
  • La imitación le enseñará cómo se puede jugar sin juguetes.
  • Hazle preguntas: ¿A qué te gustaría jugar? ¿Qué podríamos inventarnos con esta caja? Ofrécele tus ideas.
  • Invita a un amigo suyo a participar de esta experiencia. Juega tú también con ellos.
  • Progresivamente deja de jugar con él para que vaya cogiendo las riendas del juego.
  • Ofrécele otros entornos como un bosque, un parque, una playa, un jardín, etc.
  • Cada vez que oigas la frase “me aburro” respira hondo y recuérdate que le estás dando un ingrediente más a su completa educación.
  • Sus quejas han de disminuir paulatinamente a medida que desarrolle su creatividad, autonomía, etc.
  • Si le cuesta mucho desarrollar propuestas para disfrutar de su tiempo libre que decore una caja de cartón donde introducirá un papel cada vez que se le ocurra una actividad divertida. En momentos de aburrimiento podrá leer que propuestas hay dentro de la Caja de la Diversión.

Ahora que ya conoces la larga lista de beneficios que comporta el superar el aburrimiento con un ocio creado por nuestra potente mente te propongo que dejes en la sección de comentarios la respuesta a la siguiente pregunta.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

De fútbol y medicina todo el mundo opina.

Sabía reflexión que un día leí divagando por las redes sociales...

Somos entrenadores de fútbol, políticos, médicos, nutricionistas, profesores...Tenemos la clave para que España gane la próxima Eurocopa; sabemos perfectamente lo que el pueblo quiere a nivel de política y de reformas y sabemos perfectamente como gobernarlo. Además somos capaces de recetar cualquier medicamento o cualquier terapia sólo con saber un mínimo síntoma.

Todos sabemos de mecánica, somos electricistas y somos profesores de cualquier disciplina, ninguna tecnología nos sobrepasa y sabríamos perfectamente como organizar las fiestas de una ciudad o un pueblo. La obra de abajo de nuestra casa la hacen de pena si me dejaran explicarles lo que hay que hacer, tardarían menos...

Pero en realidad no es así. No tenemos ni idea de fútbol porque en realidad nos dedicamos a ver partidos de noventa minutos y en una pantallita, tampoco somos médicos por saber curar un dolor de cabeza repentino, ni tampoco profesores porque es muy complicado educar a treinta adolescentes hora tras hora, día tras día, curso tras curso...

Somos una sociedad de falsos instruidos que además no somos capaces de aceptar, ya no nuestras limitaciones, sino nuestros propios conocimientos; donde en vez de ampliarlos con sentido y conciencia, hacemos hincapié en nuestros deseos más banales de superioridad hasta llegar a convertirnos en ilustres ignorantes (como bien reza el programa del Plus).

Como ya dijo Albert Einstein su momento, cada día sabemos más y entendemos menos.