Twitter te hace pensar que eres sabio,instagram que eres fotógrafo y facebook que tienes amigos. El despertar va a ser duro.
(Leído en redes sociales)

lunes, 28 de diciembre de 2020

LAS MEJORES PELÍCULAS DE LAS DOS DÉCADAS DEL SIGLO XXI.


 El jueves cuando terminen en España de comer las uvas (quien las coma) se habrá terminado el fatídico 2020 pero a la vez también se habrá acabado la segunda década del siglo XXI.

Para muchos, la década acabó el pasado año, pero está claro que las décadas comienzan por 1 y acaban por 10...

En estas dos décadas del siglo, se han producido un sinfín de películas. Con la llegada de las plataformas tipo HBO o NETFLIX el control es complicado. Pero hay una tendencia a que las películas de cine se han dejado comer el turrón por las series. Hoy día la mayoría de los usuarios consumen series. Pero en estos 20 años han aparecido películas de muy buen nivel, unas más malas que otras, unas más buenas que otras. Tras una buena consulta a bastantes voluntarios (total 18 a los que se suman varias webs especializadas), quedaría así el top 10 de las mejores películas  desde 2001 hasta ahora. 20 años de cine.


10 WONDER. Puntuación (7,17)

9. BOHEMIAN RAPSODY 7,25

8. AL FILO DEL MAÑANA 7,28

7. INTOCABLE 7,5

6. LA VIDA DE PI 7,51

5. "1917" 7,52

4. UNA CUESTIÓN DE TIEMPO. 7,58

3. GRAVITY 8,34

2. MARTE 8,42

1. INTERSTELLAR 8,50

La mejor valorada es la cinta protagonizada por Mattew McConaughey inspirada en la teoría de relatividad de Stepehen Thorne sobre la existencia de agujeros gusano y su función como canal para llevar a cabo viajes en el tiempo. Como no podía ser de otra forma fue dirigida en 2014 por Cristopher Nolan.


Entre el undécimo y el vigésimo puesto se pueden encontrar películas como MIENTRAS DURE LA GUERRA, PARÁSITOS, EX-MACHINA, SUPER 8, PASSENGERS, EL HÉROE DE BERLIN, CAMPEONES, MIENTRAS DUERMES, LION y GUERRA MUNDIAL Z. 

Como se puede observar, OCHO de las 20 primeras películas son de ciencia ficción y dos que se pueden considerar de género fantástico. Tres españolas comandadas por la reciente Mientras dure la guerra de Amenabar.







martes, 8 de diciembre de 2020

Habrá vida post-Covid: "Todos los mamíferos compartimos una brutal resistencia al cambio y a la novedad"

Sin cierta curiosidad, los mamíferos no sobreviviríamos. Nadie encontraría alimentos, ni pareja, ni cobijo.
Todas las demás pruebas parecen indicar que la novedad no es bienvenida. El terror del cerebro a adaptarse a nuevas reglas de juego., el pánico a perder el control de la situación, la inercia de las costumbres y los intereses establecidos, el peso de la tradición y la historia se alían para poner obstáculos a la innovación y al cambio.

Los avances tecnológicos de la humanidad son responsables de que las hormigas en comparación con nuestra civilización moderna se hayan quedado atrás, manteniendo la misma tesitura organizativa y biológica que ya tenían hace sesenta millones de años. Esta tecnología ha permitido a los humanos ir poco a poco transformando su modo de vida pero no el sistema emocional. 

Los humanos creemos que cuando ocurre una cosa después de otra, no es producto de un accidente sino que ocurre una relación de causalidad entre ambos acontecimientos.

El rechazo a aceptar que algo ha ocurrido de forma contundente se explica, a veces, con los rasgos que compartimos con otros animales. No queremos o no sabemos aceptarlo porque quizá no lo entendemos.

Algo así está pasando en la era Covid del planeta Tierra. Las especies más fuertes son las que mejor saben adaptarse a las nuevas situaciones, con sus pequeñas estrategias -físicas o mentales-. Algunos inconscientes no se están preocupando, en absoluto, de buscar formas de adaptación a la nueva situación y el nuevo universo post-Covid les pasará factura.

La mayoría de las personas, a diferencia de los autistas y de los animales no humanos, no ven los detalles, solamente les importa el conjunto, el esquema o la idea que se tiene de las cosas. Nosotros solo vemos el bosque en detrimento del árbol principal y además, lo consideramos un mérito. Algunos creen que un día, de repente, nos despertaremos y todo volverá a ser como antes....pero quizá no.



lunes, 25 de mayo de 2020

No es país para equidistantes

No es país para equidistantes (pero sí para indiferentes) | ctxt.esEn estas fechas tan señaladas, twitter se ha convertido en un entorno muy bueno para recibir información, pero también en el paraíso de los bulos y de los ataques de unos y otros para demostrar quien tiene más razón.

Tras casi tres meses de inaguantables opiniones ideológicas, de ataques, reproches y justificaciones, leí por casualidad hoy un hilo de lo más sensato y honesto en mi opinión que hablaba de la equidistancia a colación de los ataques recibidos por Santiago Segura al criticar a "los unos y a los otros".

Una equidistancia a la que alude @briatore de forma brillante pero que a los, en mi opinión, radicales zurdos y diestros no les hace gracia pues parece ser que es obligatorio decantarse políticamente.

",,,Pertenezco al enorme grupo de españoles que no se sienten representados por absolutamente nadie del panorama político actual español. Sí, mis ideas económicas son de izquierdas. No soy comunista ni nada por el estilo, creo en la propiedad privada y en un capitalismo controlado. Creo que el estado debe proveer indefectiblemente de políticas sociales a sus ciudadanos, y que hay que pagar impuestos acordes a ello. Sanidad, educación, pensiones, I+D, todo eso debe ser SIEMPRE público y jamás mercadearlos ni lejanamente. 

También tengo conciencia de clase y sé a qué estrato social pertenezco, de modo que por todo ello siempre me he considerado y consideraré de izquierdas. Sin embargo, la izquierda chupiprogre de los últimos años ha conseguido alejarme a lo bestia. Sus alabanzas y bajada de pantalones con los nacionalistas -¡de derechas!-, el blanqueo de ETA, la dictadura de género y criminalización del hombre -ojito a la ley nueva de la consorte de Iglesias, que se ha quedado eso parado por toda esta movida-, su desprecio a las tradiciones, la creencia de que sólo se puede ser buena persona siendo de izquierdas. Todas estas cosas y varias más adyacentes han hecho que haya ido encontrándome huérfano de referentes políticos y vote a partidos minoritarios.
Tengo grandísimos amigos de derechas y de verdad que me la suda completamente a quién vote cada cual, mientras sean buenas personas. Leo y sigo a gente en Tuiter que son de derechas y aunque casi nunca coincidamos en lo que escriben, no tengo el más mínimo problema con ellos.

Los que hablan con ese desprecio de la equidistancia son sectarios que quieren más soldaditos que entren en su juego de trincheras, de guerras, de comprar dogmas de fe y que siga dando vueltas la rueda.

Los idearios de izquierda y derecha están expuestos y tienes que comprarlos enteros, desde el primer punto hasta el último. No se puede disentir, no se puede tener pensamiento crítico, no puedes no estar de acuerdo siquiera con un sólo punto del dogma de fe.

O conmigo o contra mí, y si estás conmigo, me lo compras todo, y si no lo estás eres un *facha* *comunista* (táchese lo que proceda).

En esta cuarentena, como era de esperar, estamos asistiendo a lo peor y más vomitivo de nuestra guerra política particular. Gobierno que actuó tarde para no aguar su fiesta del 8M y que luego se ha equivocado en la gestión, y una oposición absolutamente nauseabunda y desleal.

Cuando gobernaba la derecha, leía a merluzos diciendo que vivíamos en una dictadura franquista. Y ahora que gobierna la izquierda, leo a los mismos merluzos con camiseta diferente diciendo que vivimos en una dictadura comunista. ¿En serio no es agotador leer estas mierdas?

Si ser equidistante es tener pensamiento crítico, ser consecuente con lo que pienso aun teniendo una clara orientación política y social y no entrar en el lamentable juego de trincheras que buscan los apoltronados que manejan a la gente, sí, soy equidistante.

Me gustaría mucho más una sociedad en la que cupiera la solidaridad, el buen rollo, la concordia y la confrontación política responsable. Pero ya hace mucho tiempo que los partidos se dieron cuenta de que es mucho más rentable tener ultras que te voten hagas lo que hagas que tener votantes que piensen por sí mismos y puedan darte la espalda si fallas. Yo tengo claro el tipo de persona, ciudadano y votante que quiero ser. Así que esperadme sentado para vuestras guerritas de quinceañeros con Twitter.