Astrónomos estadounidenses descubrieron cerca de un cuásar situado a 12 mil millones de años luz de la Tierra una acumulación de vapor de agua que es 140 billones de veces superior a la del agua en todos los océanos de nuestro planeta, informó el portal Science News.
Ese “depósito”, descubierto por los equipos de Dariusz Lis, en California, y Matt Bradford, de la NASA, tiene una masa 100.000 veces más grande que el Sol. Se encuentra en torno al cuásar APM 08279+5255, la más poderosa fuente de energía en nuestro Universo. Está a una distancia de 12 mil millones de años luz de la Tierra, por lo que observamos el cuásar en un período en que el Universo tenía apenas 1,6 mil millones de años.
Es decir, para llegar a beber ese agua, esperemos que al menos sea potable, tendríamos que viajar durante 12 mil millones de años a la velocidad de la luz. Cierto es que ese es el tiempo para los que nos quedaríamos en la Tierra que debería transcurrir para que llegara la nave espacial en cuestión y otros tantos para que volvieran y nos contaran lo rica que está ese agua. Para los viajeros espaciales el tiempo sería menor pero creo que bastante largo. De todos modos parece ser que esa onírica opción de viajar a la velocidad de la luz, de momento es totalmente imposible según los científicos. Según parece, al desplazarnos a velocidades cercanas a la de la luz, los escasos átomos de hidrógeno que existen en el espacio “vacío” nos golpearían tan duro como las partículas aceleradas por el LHC. Si los científicos de la Universidad Johns Hopkins están en lo cierto, esos pequeños átomos nos freirían en pocos segundos. La atmósfera de la Tierra posee, en cada centímetro cúbico, unos 30 millones de billones de átomos (algo así como 1,000,000,000,000,000,000 átomos). En el espacio, con algo de suerte, solo podemos encontrar un par de átomos de hidrógeno por cada centímetro cúbico. Pero esa ridícula cantidad de materia alcanza y sobra para impedirnos viajar a los Star Trek. Aunque la clave de viajar en el espacio está en la tecnología que se muestra en esta película: la denominada velocidad warp. Aunque el concepto pertenece a la ciencia ficción, la posibilidad de realizar “viajes espaciales a velocidad Warp” a menudo es evaluada seriamente por los físicos. El incentivo para hacerlo es enorme: si de alguna manera lográsemos eludir la imposibilidad física que implica superar la velocidad de la luz, nuestros descendientes podrían recorrer la Galaxia en unas pocas generaciones. Sin embargo, algunas ecuaciones prevén terribles consecuencias si lo intentamos. La puesta en marcha de un “motor Warp” podría crear un agujero negro capaz de incinerar a los pasajeros, a la nave estelar y hasta a la Tierra misma. “Los viajes Warp son hoy por hoy la mejor alternativa para conseguir viajar a velocidades mayores que la de la luz”, dice Stefano Finazzi,
Pero la cuestión es que debemos hablar de "atajos" . El primer atajo son los agujeros negros los agujeros negros, que muchos consideran una especie de “puente” capaz de comunicar dos regiones diferentes del espacio. Si una nave espacial lograse cruzar (de una sola pieza) ese puente, se habría desplazado a una velocidad menor que la de la luz, pero aún así llegaría a su destino antes de que un rayo de luz consiguiera viajar esa misma distancia. El segundo atajo es el “efecto Warp Alcubierre”, podría emplearse para crear una “burbuja de energía” detrás de la nave a mover y un “vacío de energía” delante de ella. Esto tendría, salvando las distancias, el mismo efecto que tiene una ola sobre la tabla de un surfista. Dentro de la porción del espacio que se encuentra entre ambas burbujas se puede viajar más rápido que en el espacio que lo rodea, y podría utilizarse para acelerar una nave a velocidades superlumínicas. Habrá que verlo!!
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