Ha cambiado bastante la eduación física de mediados de los 90 cuando comencé mi labor como docente en este ámbito y no queda otra opción que adaptarse a las demandas y a lo que el alumnado actual pide poniendo máxima antención al perfil del adolescente de hoy día.
Hablar de una educación física para el futuro sólo se puede entender teniendo en cuenta el tipo de sociedad en la que se vivirá.
En esa sociedad futura no se puede diseñar un currículum de educación
física único y pretender que sea apropiado para todos, puesto que los currículos
de educación física deberían estar basados en principios humanizadores, además del conocimiento del cuerpo.
La consecución de objetivos deberá ser individualizada pues el desarrollo físico y fisiológico es individual y de diferente proceso en este ámbito y más que ningún otro.
Un objetivo
fundamental de la educación física, debería ser ayudar a que los alumnos
sean inteligentes y que adquieran conocimientos basados en inteligencias múltiples. Es muy probable que educación física sea el único área donde todas las inteligencias múltiples conocidas puedan confluir a la vez. O al menos, ese debe ser uno de los objetivos del fúturo de esta asignatura.
La educación física antigua se basaba en sesiones de mando directo centradas única y exclusivamente en el aspecto físico y/o de rendimiento, mientras que la actual y la que nos viene deberán estar centradas en los siguientes objetivos:
- Desarrollar capacidades para expresarse y comunicarse.
- Adquirir y utilizar información.
- Desarrollar el pensamiento y las habilidades para resolver problemas.
- Sentirse seguro y competente en el plano motriz.
- Desarrollar capacidades que le permitan enfrentarse a desafíos que fortalezcan su creatividad, autoestima y motivación.
- Ser capaz de adaptarse y manejar los cambios que implica la actividad cinética; es decir, tener el control de sí mismo, tanto en el plano afectivo como en el desempeño motriz, ante las diversas situaciones y manifestaciones imprevistas que se dan en la acción.
- Saber apreciarse y respetarse a sí mismo y a los otros. (Autoestima, respeto y tolerancia)
- Proponer, comprender y aplicar reglas para la convivencia y el juego limpio.
- Ser capaz de integrarse en un grupo y al trabajo en equipo; es decir, desarrolle el sentido cooperativo y colaborativo.
- Ser responsable ejerciendo la autonomía personal.
- Conocer sus derechos y deberes, y saber aplicarlos o hacerlos valer.
- Cuidar su salud mediante la adquisición de información, el fomento de hábitos, la práctica regular de la actividad motriz y la prevención de accidentes.
- Desarrollar actitudes tanto para conservar el ambiente y hacer un uso racional de los recursos naturales, como para preservar el patrimonio cultural.
- Ser capaz de superarse a sí mismo asimilando los valores de la cultura del esfuerzo y la superación.
- Ser capaz de seguir aprendiendo fuera del centro educativo y aplicar lo aprendido. (competencias).
En conclusión la Educación Física de un futuro inmediato debe estar comprometida con la promoción de la salud del alumno, cambiando su enfoque excesivamente deportivista por una visión basada en uno de sus objetivos principales, no entrenar a los mejores sino lograr la plena participación de todos los actores del sistema educativo, favoreciendo el pleno desarrollo de sus potencialidades, tomando al coelgio como un espacio de promoción de la salud. Por otra parte, la asignatura de Educación Física del siglo XXI, debe intensificar sus esfuerzos, adecuando su diseño curricular y sus estrategias pedagógicas para lograr una mejora de la sensación de bienestar. Este desarrollo, a partir de la práctica del ejercicio físico, es otro de los factores vinculados con la salud psicológica que puede incluirse dentro de los planteamientos de una educación física orientada hacia la salud.
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