Un innovador método educativo, que ya se ha puesto en marcha en colegios de 21 países del mundo, da prioridad a "enseñar a pensar" y "a aprender" frente a "enseñar a estudiar", y todo ello con el objetivo de preparar al alumno para la vida real.
La profesora y pedagoga canadiense Lane Clark desarrolló este nuevo sistema ante el "descontento" que sentía por la forma de enseñar tradicional y al percatarse de que lo que aprendían los estudiantes en el colegio "no era auténtico" porque estaba "fuera del contexto de la realidad que encontrarían al terminar sus estudios"."Cuando los alumnos acaben el colegio tienen que saber cómo aprender y cómo dirigir su vida, ser autosuficientes e independientes en todos los sentidos porque no tendrán a nadie que les guíe", ha afirmado Clark en una entrevista con Efe.
Esta profesora se encuentra en Bilbao para preparar su participación en la 17 Conferencia Internacional sobre Pensamiento (ICOT) que se celebra el próximo año en la capital vizcaína y que, precisamente, tratará sobre la introducción del pensamiento y la profundidad del conocimiento en el sistema educativo frente a la pedagogía actual de memorizar y evaluar.
Clark ha explicado que se trata de enseñar a los profesores a ver los contenidos que tienen que impartir en las aulas "con ojos diferentes" y plantearlos a los alumnos como "retos" para que se sientan motivados en su aprendizaje. Ha argumentado que "el mundo ha vivido cambios radicales y los colegios tienen que cambiar de acuerdo con la sociedad, porque si no enseñan nuevas habilidades a sus alumnos, estos niños no podrán enfrentarse a dichos cambios".
Este método se puede aplicar desde los 5 años hasta el final de la educación obligatoria, con la única diferencia de que al principio se practica en grupo, y los últimos años en equipo de trabajo, o incluso, de forma individual. Como ejemplo concreto de su aplicación para los más pequeños ha citado la enseñanza de las características de los seres vivos, incluida en el currículo. La forma de impartir este conocimiento puede ser el sistema tradicional o, según la nueva metodología, "retar" a los niños a que asuman que tienen un animal de compañía y deben conocer todas sus necesidades básicas para poder atenderle.
Clark ha puntualizado que cada profesor tiene que adaptar este método a su contenido curricular y desde esa perspectiva, iniciar el cambio en el proceso de aprendizaje. La "ventaja" de este método es que se forman personas "comprometidas" con su propio aprendizaje, y que cuando terminan sus estudios en el colegio ya saben tomar decisiones, ser autónomas, buscar objetivos y solucionar problemas a los que se tienen que enfrentar en el día a día.
"Con dicha formación, los alumnos crecen aprendiendo a aprender, aprendiendo a pensar, y contribuyendo a una mejora para toda la sociedad. Esto no ocurre si no se ha hecho antes de salir del colegio; es un proceso que tiene que empezar cuando son pequeños para que actúen así de forma natural en el mundo real", ha destacado. Ha evidenciado que la mayoría de los profesores actuales se han formado en el sistema tradicional y les ha instado a que "vean sus debilidades, las cosas que no se hacen bien" y que aprendan nuevas metodologías porque "tienen en sus manos a los niños que van a ser el futuro".
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