LA DIETA MILAGROSA

Antiguamente la gente no engordaba como ahora, había pocas personas realmente obesas, y los gorditos y las barrguitas eran un síntoma de buena salud y calidad de vida. No había casi coches, ni televisión, ni sofás, no había neveras y la despensa estaba cerrada con llave. Tampoco había dietas de hidratos y proteínas, los alimentos servían para comer y cuando el año había sido bueno, el puchero tenía tocino, pero en el año malo se reciclaba el hueso. Ahora sabemos más que nunca de nutrición y sin embargo, cada año crece el número de personas con sobrepeso y obesidad.

Con la aparición del boom del deporte y/o actividad física, el reclamo era atractivo, pues la eliminación de grasas mediante el trabajo aeróbico era saludable y válido para tal fin. La clave estaba ahí, con una dieta sin grasas y una hora al día de carrera, natación, bicicleta se podía perder peso. Los gorditos se compraron zapatillas para correr y se lanzaron a la calle dispuestos a sudar y acabar con los kilos, pero al cabo de un tiempo muchos se dieron cuenta que no funcionaba a todo el mundo. Lo cual supuso la aparición de los productos dietéticos con el simple reclamo de poner 0% de grasas, light o zero.Entonces llegó el mundo de las proteínas, los gimnasios etc. y el sacrificio del deporte extremo acompañado de dietas y trucos cultureros extraños, tampoco valía para todos.

Con los años las dietas se fueron complicando y cuatro listos inventaron ls dietas rápidas para engañarnos a todos: la dieta de la sopa, la del helado, la de la alcachofa. Conseguían hacer perder tres kilos y al cabo de unas semanas el efecto rebote te hacía coger esos tres más otros tres kilitos. En el siglo XXI, la genética ha ido dando la respuesta al problema. La pregunta era ¿por qué a algunas personas les funciona un tipo de dieta para perder peso y a otras no? ¿Hay que hacer dieta y deporte toda la vida para tener un cuerpo estable?

En el ADN está la respuesta, cada persona es diferente pues nuestro metabolismo viene determinado por los genes que nos hacen quemar más o menos rápido las grasas. Pero además el ADN está en nuestro entorno pues crecemos y aprendemos a convivir con la comida de forma diferente. Para unos el dulce es un consuelo emocional, para otros la carne es una necesidad por eso debemos tener claro que no existen dietas estandar. Las dietas deben ser personalizadas. No existe la dieta ideal por lo que nada mejor que probar y experimentar con uno mismo e irse dando cuenta de que es lo que mejor "sienta" y menos te "hincha" y cual es el tipo de ejercicio que más te ayuda a esculpir tu cuerpo y te hace sentirte mejor.