Twitter te hace pensar que eres sabio,instagram que eres fotógrafo y facebook que tienes amigos. El despertar va a ser duro.
(Leído en redes sociales)

jueves, 18 de octubre de 2012

¿PARA QUÉ SIRVE LA TELEVISION?


Ninguna cadena presenta un proyecto exhibiendo como puntos fuertes de su programación exclusivamente concursos, programas del corazón, fútbol y telenovelas. Por el contrario, argumentan acerca de la importancia de fomentar las culturas plurales, programas e información que respondan a una realidad social, fomento de actitudes éticas y valores humanos, etc. Sin embargo, la puesta en práctica de la programación, cuando una cadena inicia emisiones, deja mucho que desear.
Hace tiempo, los profesores y los manuales de periodismo enseñaban que una Televisión, sea pública o privada, era "un servicio público". Como tal, debería ser un canal por el que transitaban mensajes y contenidos para todos, incluidas las minorías. Si vamos más allá, los Medios deberían buscar la cercanía de minusválidos sensoriales (pongamos por caso los sordos) o minorías étnicas y culturales. La televisión, como servicio público, debería volcarse en el fomento de una democracia social y participativa, por ejemplo, mostrando la labor y las posibilidades de asociaciones de los barrios, o promocionando el deporte de base, o el trabajo sencillo y sin pretensiones de los voluntarios de las organizaciones humanitarias. Esto no implica convertir a las televisiones en boletines informativos de las ONG o de las instituciones. Muy al contrario, un servicio público debe incluir los valores éticos y las actitudes de solidaridad en su línea editorial con la misma naturalidad que durante mucho tiempo han incluido su afinidad por una ideología, por un partido, o por un gobierno, sin necesidad de dedicarle programas especiales. 

Es evidente que la Televisión no es un erial en cuanto a contenido social o formativo. Existen programas, profesionales o campañas que se distancian de la línea del "pan y circo", mostrando propuestas atractivas e inteligentes, provocadoras de pensamiento alternativo y de nuevos horizontes. Pero son islas en medio de un océano proceloso de misses, balones y telenovelas.
Estamos a punto de sustituir en el inconsciente colectivo el concepto de "servicio público" por el de "empresa privada". Pronto se verá como normal que la televisión nos muestre sólo aquello que suponen los directivos que es rentable para los accionistas, olvidando que los accionistas intelectuales y cordiales somos los espectadores. De momento, estamos a tiempo de exigir que las Cadenas de Televisión, en especial aquellas que se gestionan con dinero público y emiten en abierto, no nos tomen por ignorantes e incluyan, de una vez por todas, en su programación contenidos orientados a mejorar la calidad de vida y la dignidad de los espectadores. 

No hay comentarios: