Un día de verano, estaban tres amigos caminando por la calle, cuando uno de los tres dijo: "¿Qué haremos cuando nos separemos?". El otro le dijo que ellos tres serían el agua, el fuego y la confianza.
El agua dijo:
"Si me perdéis y queréis encontrarme, buscadme en lugares donde el agua sea abundante. En los prados o ríos, por ejemplo." Los amigos asintieron.
El fuego dijo:
"Si me perdéis y queréis encontrarme, buscadme en lugares calurosos y secos." Los amigos se sonrieron.
Por último, la confianza dijo:
"Si me perdéis, jamás volveré a aparecer."
La confianza, si se pierde una vez, ya es muy difícil volver a conseguirla, porque por una vez que te fallen, ya no vas a volver a confiar en la otra persona como antes.
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