Lo de siempre, lo fácil es echar la culpa, llenar de responsabilidad a la sociedad. "La sociedad es la culpable" cantaban Siniestro Total... pero lo que realmente ocurre es que se siguen criando y creando en serie niños y niñas, adolescentes y "adolescentas" marcados por un mismo patrón: "Lo quieren todo y ahora mismo".
La facilidad de un mundo "online" donde internet te sirve prácticamente de todo en el momento es la responsable de haber construido generaciones abastecidas de todo lo que desean y en el momento que lo piden. Es la filosofía de la contemporaneidad. Y hacia esa filosofía tiende esta humanidad actual. Se habla ya de drones que enviarán los pedidos realizados online para que lleguen a los pocas horas, minutos o segundos después de haber sido solicitado determinado capricho.
Llegaremos a ese momento donde se hara un click y el pedido lo tendremos en la puerta de nuestra casa al poco tiempo.Con la utilización del Big Data, las grandes multinacionales de ventas sabrán las necesidades de cada usuario casi antes que el mismo. Con cada clic del cliente son capaces de catalogar y saber con alta probabilidad de éxito en qué fase se encuentra, y lo que busca. También con la utilización de técnicas de predicción de comportamientos.
Con todo esto yo me pregunto si con esa "recompensa inmediata", estamos educándonos correctamente. El ser humano libera dopamina cada vez que conseguimos un logro que nos da sensación de satisfacción. Tiene un origen animal ligado a la supervivencia de la especie, como la obtención del alimento. Sin embargo, es muy probable que hayamos sublimado ese comportamiento, de manera que cualquier logro banal no relacionado con la supervivencia, como el arranque del sistema operativo de nuestro ordenador, el propio funcionamiento correcto de nuestro móvil o nuestra tablet, genera la misma sensación de satisfacción que cuando éramos seres menos avanzados y se liberaban unas sustancias en el cerebro. El problema aparece, en el momento en que la gente no experimenta satisfacción alguna cuando consigue lo inmediato, y, a la vez, se siente insatisfecha cuando no lo consigue.
Quizá hemos llegado a un punto de satisfacción sin retorno en ese momento cuando se dice que no sabemos ni lo que queremos.
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