Decidir es algo que hacemos a diario, desde qué ropa ponernos hasta por qué ruta debemos ir cada día, estamos efectuando distintas decisiones que afectan todos los aspectos de nuestra vida, tanto presentes como futuros. Por eso, de la calidad de las decisiones que tomamos dependerá lo que obtengamos. Si queremos que nuestras metas se cumplan es necesario que respetemos nuestras decisiones y tomemos las medidas necesarias para perseverar en ellas.
Se dice que cuantas más decisiones tome una persona en su vida, más oportunidades tendrá de tener éxito. Cuando se empieza a depender de los demás para decidir; perdemos nuestra capacidad de pensar y de seguir nuestros propios deseos, lo que nos lleva a sentirnos menos completos. Por eso la decisión continua y basada en conocimientos nos ayuda a encontrar lo que queremos, en cierto modo cuantas más decisiones tomamos, más nos estamos retando a hacer más y a vivir más, a aprovechar cada segundo de nuestra vida.
Si tomamos decisiones positivas, nuestra vida será positiva, si tomamos decisiones negativas, así también será nuestra vida.Pero, ¿Qué es una decisión negativa? Es aquella que nos aleja de lo que en verdad queremos, por eso es vital pensar nuestras decisiones y ser concientes que con ellas tenemos el poder de hacer daño o hacer bien. Nuestras decisiones influencian todo nuestro entorno, por eso debemos usar este poder de manera correcta. En la vida se paga más a un "decididor" que a un mero trabajador que ejecuta decisiones de otros.
1 comentario:
Hmmm... voy a probar a tomar una decisión al menos cada mes... ¡a ver donde me conduce! :)
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