lunes, 9 de julio de 2007
PROGRAMA
Llevar un programa de trabajo, de vida...una agenda al fin y al cabo cada día es algo que, a la larga, puede resultar estresante. Normalmente nunca he necesitado ni agendas ni ninguna cosa donde apuntar citas o recordatorios, debido, fundamentalmente a que si alguna vez me apuntaba algo o bien luego no revisaba la agenda, el móvil o el papelito donde lo había escrito lo perdía o no sabía donde lo habia puesto. Siempre he confiado en mi memoria, pero a veces, y cada vez más, te juega malas pasadas y se te pasan cosas. Sobre todo cuando tienes mil cuestiones que atender, mil personas a las que hay que dar respuestas o decisiones. Llevar un programa rutinario es lo mejor para que la memoria vaya siendo selectiva y te recuerde por secciones lo que tienes que hacer en cada momento. Pero esa rutina quema, desgasta y te desmotiva. Supongo que lo ideal es que cada vez se prioricen más las cosas y no querer abarcar todo lo que te llega o te proponen. Para eso hay que plantearse en cada cuestión o asunto como mucho en cuanto a prioridades un TOP 5
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2 comentarios:
Yo nunca utilizo agenda, porque he visto que lo que provocan es que se desentrene la memoria, y al final es contraproducente.
Sin lo que no puedo vivir en el trabajo, es sin ese calendario-almanaque (de los que se pasa la hoja cada día), donde apunto las cosas vitales para cada día.
Lo primero que hago al sentarme en mi mesa, es pasar la hoja del calendario y ver mis "alertas" escritas a mano.
Yo si que utilizo agenda y al final del año acaba llena de borratajos. Se que si no lo apunto se me olvidarán la mitad de las cosas y además me gusta levantarme por la mañana y ver que tengo escrito y asi organizarme.
Tambien hago listados de cosas que me propongo hacer a corto medio y largo plazo y las voy tachando según se cumplen. Yo lo veo muy eficaz.
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