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(Leído en redes sociales)

sábado, 24 de diciembre de 2011

Y AHORA DEJO DE FUNCIONAR PORQUE ME DA LA GANA (Obsolescencia programada)



TDT de una de las televisiones de casa: un día de repente sin que nadie le haya dado con un martillo, se haya caído al suelo o lleve diez años encendido, deja de funcionar porque le da la gana. Pero qué es esto?
Baterías que se 'mueren' a los 18 meses de ser estrenadas, impresoras que se bloquean al llegar a un número determinado de impresiones, bombillas que se funden a las mil horas, móviles que empiezan a funcionar mal una buena mañana... ¿Por qué, pese a los avances tecnológicos, los productos de consumo duran cada vez menos? Las garantías terminan y automáticamente los diversos productos comienzan a dar problemas.
¿Por qué algo decide dejar de funcionar sin causa aparente? Esto es la dichosa y criticada Obsolescencia Programada. En el documental FABRICADOS PARA NO DURAR de La 2 queda al descubierto esta auténtica "farsa" de las diferentes empresas de productos de consumo. Algo así como que hoy día todo tiene fecha de caducidad cuando hace no muchos años algo tan duradero como la sal, el azucar o los garbanzos podían durar toda la vida.
Esta claro que todo esto genera grandes beneficios, hace mover la economía mundial, pero tiene una importante contrapartida, genera ingentes cantidades de basura que nadie quiere. El razonamiento de los inventores del sistema parece irrebatible. Si se hiciesen cosas que durasen por siempre, llegaría un momento que todo el mundo tendría nuestro producto, y ya no sería necesario fabricar otro, la economía mundial se hundiría…
Aunque consiguiésemos hacer algo indestructible y durable, útil para todo el mundo, es poco probable que consiguiésemos abastecer a cada ciudadano del planeta, por lo que siempre quedaría algún mercado al que llegar. Pero aún en el caso de llegar a ese punto, en el que ya hemos abastecido a todo el planeta, ¿no habríamos generado ya suficientes beneficios para toda nuestra vida?

Yo no estoy del todo en contra de la obsolescencia programada, de hecho es un sistema que permite mantener las fábricas funcionando, los investigadores trabajando, de tal forma que el sistema se retroalimenta beneficiando a toda la cadena, ya que los propios productores son también consumidores y los consumidores son parte del esquema de la producción (desde operarios a directivos). El único punto donde flaquea toda esta teoría de la obsolescencia programada es en los residuos que se generan, que parecen no suponer un problema mientras contaminen otros territorios.
Pero esto no tiene porque ser así necesariamente, la solución está en la naturaleza, la solución es investigar para que los residuos sean materia prima. El reciclaje, que se puede convertir en el negocio del futuro, utilizar materiales que sean 100% reutilizables debería ser la meta. Ahora mismo se construyen muchas cosas reciclables en porcentajes elevados en la teoría, pero que terminan su vida útil en algún vertedero del tercer mundo. Evitar eso nos llevaría sin duda por mejor camino, un camino de reconciliación con nuestro maltratado planeta, una economía sostenible de verdad.
Ahora bien, aunque sea entendible y permitida esta obsolescencia lo que es deplorable es que algún aparato no te dure más de un año. Aunque normalmente va relacionado con Lo barato es caro.

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