El negocio del poder

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad

 (Spiderman)

     Para muchos, la política es el medio que les permite vivir a un nivel que no habrían alcanzado en la empresa privada: cochazos, viajes gratis en primera clase, pensiones de por vida, sueldos millonarios… Con cuatro millones de parados y colas en los comedores de Cáritas, este derroche es más insoportable y ofensivo que nunca.

     Hasta el alcalde del pueblo más minúsculo se pone el sueldo que le da la gana o conduce un Rolls Royce. Parece ser que el problema es endémico y alguien debería atajarlo. 

    "...El mundo está harto de estadistas a los que la democracia ha degenerado a políticos". 

    Los políticos a día de hoy forman parte de una clase que se aleja paulatinamente de las verdaderas necesidades de los ciudadanos.

      En realidad, la democracia es el mejor de los sistemas políticos porque no es perfecto en sí mismo pero quizá la diferencia está en la conciencia. Las democracias anglosajonas tienen un concepto de decencia mucho más definido que en las democracias latinas. La patrimonización del poder que algunos políticos hacen es escandalosa por eso surgen muchos jóvenes políticos cuya única aspiración en la vida es llegar al poder para asumir éste no al servicio de los ciudadanos si no al servicio propio.

     Así, la democracia que nace como la igualdad de todos los ciudadanos se va convirtiendo poco a poco en el rancho de algunos interesados.

      Por ello el poder actual esta totalmente desvirtuado y descafeinado con gente poco profesional. La tecnocracia basada en profesionales y no en políticos. En situaciones de alarma económica solamente debería haber en el poder personas con responsabilidad social y profesional y nunca individuos con intereses políticos. ¿No debería ser el responsable de un país en crisis el mejor equipo de gestores economistas, los mejores abogados o los mejores juristas sean de la izquierda, de la derecha, de arriba o de abajo?