Twitter te hace pensar que eres sabio,instagram que eres fotógrafo y facebook que tienes amigos. El despertar va a ser duro.
(Leído en redes sociales)

sábado, 15 de junio de 2013

Síndrome de Solomon; acerca de frustraciones y envidias

Muchos caemos una y otra vez y padecemos, a veces sin darnos cuenta, (yo el primero)  el Síndrome de Solomon cuando tomamos decisiones o adoptamos comportamientos para evitar sobresalir, destacar o brillar en un grupo social determinado. También cuando nos boicoteamos para no salir del camino trillado por el que transita la mayoría. De forma inconsciente, muchos tememos llamar la atención en exceso e incluso triunfar por miedo a que nuestras virtudes y nuestros logros ofendan a los demás.
Esta es la razón por la que en general sentimos un pánico atroz a hablar en público, pues nos convertimos en el centro de atención. Y al exponernos abiertamente, quedamos a merced de lo que la gente pueda pensar de nosotros, dejándonos en una posición de vulnerabilidad.
Este Síndrome de Solomon pone de manifiesto el lado oscuro de nuestra condición humana. Por una parte, revela nuestra falta de autoestima y de confianza en nosotros mismos, creyendo que nuestro valor como personas depende de lo mucho o lo poco que la gente nos valore. Y por otra, constata una verdad incomoda: que seguimos formando parte de una sociedad en la que se tiende a condenar el talento y el éxito ajenos. Aunque nadie hable de ello, en un plano mas profundo esta mal visto que nos vayan bien las cosas. Y mas ahora, en plena crisis económica, con la precaria situación que padecen millones de ciudadanos.
Detrás de este tipo de conductas se esconde un virus tan escurridizo como letal, que no sólo nos enferma, sino que paraliza el progreso de la sociedad: la envidia.


Bajo el embrujo de la envidia somos incapaces de alegrarnos de las alegrías ajenas. De forma casi inevitable, éstas actúan como un espejo donde solemos ver reflejadas nuestras propias frustraciones. Sin embargo, reconocer nuestro complejo de inferioridad es tan doloroso, que necesitamos canalizar nuestra insatisfacción juzgando a la persona que ha conseguido eso que envidiamos. Solo hace falta un poco de imaginación para encontrar motivos para criticar a alguien.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si alguien es mejor que tú, pues alegrate por él o ignorale, pero no te hagas daño con ese sentimiento tan inútil que es la envidia.