VENDER HUMO

Leyendo una reflexión sobre mentiras y verdades me apercibí de lo fácil que es engañar vendiendo o vender engañando.La verdad, la mentira. ¿Podemos realmente explicar qué es una verdad, qué es una mentira? Cuando algo es de verdad, ¿qué queremos decir? Es decir, una flor, decimos que es de verdad cuando es natural. Pero avanzando como avanzamos hacia el futuro donde todo es posible, llegará un momento en que una flor de plástico será de verdad, porque tal vez ya nadie recuerde lo que es una flor natural. Entonces, tal vez lo de verdad sea lo tangible y lo virtual sea lo de mentira. Estaríamos en las mismas, la venta de humo estaría mal vista.Uno de los calificativos más utilizados para referirse a quienes se lucran de lo paranormal, lo esotérico y lo acrítico, es el de "vendedores de humo".
Cuando nos venden un relato fantasioso sobre ovnis, una enloquecida interpretación pseudohistórica de las Pirámides de Egipto, o un frasco de agua mágicamente convertida en medicamento homeopático, lo que nos venden es... pues eso, humo.La verdad, es una pena pensar que pueda haber tantos y tan variados vendedores de humo, sobre todo porque, como nos dicen las leyes del mercado,el hecho de que existan se debe a que hay un buen montón de compradores de su mercancía. Existe un flujo monetario bastante considerable consistente en que el dinero pase del bolsillo de los pardillos al de los espabilados.Lo cual es, se mire como se mire, una injusticia.En estas fechas qué fácil es vender humo por la sencilla razón de que la gente compra por comprar, porque parece ser que están obligados a comprar algo, lo que sea, pero hay que comprar. Qué fácil, a veces, debe ser vender como sea, que si el producto luego falla o no funciona....ah!! se siente!!