Valladolid se une a la nueva corriente con tres marcas: Milana, Casasola y la Loca Juana. Las tres, con clara vocación de exportar tanto al interior como al exterior
(Día de Valladolid)
Te gusta la cerveza? ¿Eres de los que pide una caña o botellín junto a una tapa como aperitivo? No dejes de echar un vistazo y de probar. Valladolid se ha unido con fuerza al boom de la cerveza artesanal, que recorre todo el territorio español como la espuma. Aunque lejos de países como Holanda o Alemania, y aún a años luz de Cataluña, el hervidero de este boom, en Valladolid ya hay hasta tres marcas artesanales. Tres nombres para un zumo, el de cebada, que levanta pasiones. Bajo denominaciones atractivas, ubicadas en la capital y la provincia, con ganas de fomentar empleo, atraer turismo, exportar al interior y el exterior y remover paladares. Así son Milana, Casasola y La Loca Juana. Tres cervezas vallisoletanas.
MILANA
La última en darse a conocer ha sido Milana, con origen en Montemayor de Pililla y que estará en el mercado antes de Semana Santa (ahora se están llevando a cabo las obras de reforma del local productivo). Allí, un amplio grupo de socios acaba de elaborar su tercera receta (Milana Trigo) y saldrán pronto a venta con las 3 (Pale ale, cerveza rubia; Witbier, trigo; y Amber, tostada).
Con un formato botellín, de 33, y botella, de 77; y tras diferentes pruebas, están empezando a introducirlas (la rubia -Milana Bonita- y la tostada) , mochila al hombro, en los bares y restaurantes del centro de Valladolid y de la provincia en busca de opiniones y gustos de los consumidores. Aún están en la primera fase, pero ya han obtenido buenos resultados. ¿Su objetivo? «Disfrutar y hacer disfrutar mediante la elaboración de recetas de una cerveza diferente, de calidad, con mucha variedad en cuanto a tipos».
Sus cervezas, muy alejadas de las industriales, se caracterizan por ser intensamente aromáticas y permite el disfrute de este particular zumo de cebada, aportando sabores que permanecen en el paladar por más tiempo.
LA LOCA JUANA
Pero Milana no es la única cerveza artesanal vallisoletana. Más conocidas son La Loca Juana y Casasola. La primera (Antonio Asón, Fernando de la Roza, Jesús Herrero y Juan Mato son sus socios) se acaba de instalar en el castillo de Íscar (está en plena fase de remodelación), lleva un año produciendo cerveza en Cataluña (en seis meses, será íntegramente castellana) y espera llegar a producir 300.000 litros de cerveza anuales en 2014. Su receta es tipo ‘lager’, aunque se irán superando. «Estamos trabajando en botella de 75 cl. para poder vender nuestra Loca Juana en mercados muy cerveceros como el alemán o el belga», aseguran.
Sus primeros pasos datan de diciembre de 2009, en marzo de 2010 realizaron su primera cata en Madrid y en julio de ese año se presentaron en Valladolid. «Nos dirigimos a los amantes de la buena cerveza y a los que quieran descubrir esta bebida como una alternativa gourmet», aseguran desde La Loca Juana, que, por el momento se presenta en formato de 33 c.l.
CASASOLA
De los hermanos Alfonso y Agustín Perdomo-Spinola Molero, está instalada, desde que surgió la idea hace tres años (fue la primera artesanal de la Región), en el Valle de Esgueva, en Finca Casasola (en la Granja Convento de Casasola de San Benito el Real, propiedad de los benedictinos hasta el XIX). Con un formato de 75 cl, fabrican dos tipos, rubia, bajo el nombre de Benedictina; y tostada, llamada Silos, -en breve tendrán ya la negra, Nesnes; un 10% de sus beneficios irá a fines benéficos para asociaciones a favor de los animales-, y cuentan con la peculiaridad de aconsejar escanciar el líquido (con menos caída que la sidra) sobre una copa de vino.
Muy vinculados a cerveceros artesanales italianos (donde aprendieron y fueron formados los dos hermanos), ya se puede encontrar en tiendas gourmet y bares selectos de Valladolid y Madrid.
Numerosos estudios hablan de las propiedades beneficiosas que la cerveza tiene para la salud. La artesanal, cuentan los expertos, aún más.
Así Milana, La Loca Juana y Casasola entran de lleno en el mercado, cubren una demanda cada vez mayor de cerveza de autor y se comprometen a seguir trabajando en pos de nuevas recetas.
Las tres no se van a conformar ‘solo’ con hacer un buen producto. Milana organizará catas y jornadas informativas sobre la cerveza artesanal en general, y sus cervezas en particular; además de profundizar en el maridaje de su producto con otros artesanales de la región y visitas a su fábrica. Casasola cuenta con una sala de degustación y jardín-terraza para la celebración de eventos corporativos y particulares; además de organizar jornadas gastronómicas para la degustación de exclusivos maridajes. Mientras que La Loca Juana dispondrá de un espacio para la fábrica y otro para la degustación de sus productos. Las tres, además, están en internet (facebook...).
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