Las actividades extraescolares son beneficiosas para el rendimiento de los alumnos. Les ayudan a organizar el tiempo libre, contribuyen a su formación y les permiten desarrollar habilidades sociales y cognitivas difíciles de adquirir en el aula. Sin embargo, no se debe sobrecargar a los alumnos. La clave para elegir las actividades, cuántas y cuáles, reside en valorar las necesidades y capacidades individuales de cada niño.
Pongamonos en su situación: por la mañana, van al colegio. Por la tarde, asisten a clases de fútbol, baloncesto, baile, inglés, teatro, informática... La oferta de actividades extraescolares es cada vez mayor y el número de estudiantes que se apuntan a ellas crece de la misma manera. Los últimos datos del Instituto Nacional de Calidad y Evaluación (INCE) confirman al deporte como la actividad más demandada. El 73% de los niños de primaria y el 62% de los alumnos de secundaria practican algún deporte fuera del horario escolar. Le siguen los idiomas (29% en primaria y 28% en secundaria), informática (25%, 26%), música (23%, 18%) y ballet o danza (11%, 6%). Además, el 61% del alumnado de primaria realiza más de una actividad.Es importante que se organice el horario no lectivo de los estudiantes de una manera estructurada y supervisada
¿Es conveniente que tengan una agenda tan apretada? Las actividades culturales y deportivas en horario no lectivo contribuyen a la formación integral de los alumnos. Pero en su justa medida. Hay que organizar el horario libre de los estudiantes de una manera estructurada y supervisada, pero también hay que cederles espacio para jugar, estar con la familia o descansar. De esta forma, se evitan las posibles situaciones de cansancio, falta de concentración o estrés que pueden padecer los niños con una jornada sobrecargada.
Bien organizadas, las actividades extraescolares se asocian a un mayor nivel educativo, más competencias interpersonales, mejor pensamiento crítico y madurez personal y social.
Las actividades extraescolares se clasifican en tres grandes ámbitos: deportivas, de ocio y académicas. Cada una de ellas aporta diferentes beneficios a quienes las realizan, pero no todas son válidas para los estudiantes. En el momento de elegirlas, hay que valorar varios aspectos. En primer lugar, los intereses, las capacidades y las necesidades del niño. Una elección inadecuada por parte de los padres puede provocar rechazo, aburrimiento y hasta abandono de la actividad. Además, es fundamental contar con el apoyo favorable de los profesores. Ellos son quienes mejor pueden orientar sobre las actividades adecuadas para los niños, sobre todo, las académicas.
Las prácticas deportivas son adecuadas para ampliar la capacidad de coordinación, la psicomotricidad, flexibilidad y agilidad. Danza, ballet, teatro, pintura o música son las principales actividades extraescolares dentro del ámbito del ocio. Los aspectos que más se trabajan son la expresión y la capacidad creadora. Fomentan la imaginación, la comunicación y la destreza manual y visual. Los niños deben divertirse cuando las realizan y no considerarlas una obligación.Las actividades académicas les permiten reforzar los conocimientos adquiridos en el aula.En cuanto a las actividades académicas, las más demandadas son los idiomas e informática. Les permiten reforzar los conocimientos adquiridos en el aula o mejorarlos, si fuera necesario.
Consejos para padres
* Motivar al niño para que realice una actividad fuera del horario escolar, pero no obligarle, ni orientarle hacia los gustos personales de los progenitores, sino a los propios del niño, según su edad y capacidades.
* No centrarse de forma exclusiva en un tipo de actividad. Es preferible combinar alguna práctica deportiva con otra de ocio o académica.
* Comprometerse. No apuntar al niño a una actividad en la que, por motivos de horario o de otro tipo, no pueda luego asistir.
* Pedir consejo al profesor. Pueden ofrecer pautas y asesoramiento sobre las actividades más beneficiosas para el alumno.
* Orientarse en el centro escolar. Muchos proporcionan un amplio abanico de actividades a sus alumnos. En general, se ofrecen a través de las Asociaciones de Padres u otras y están subvencionadas en parte, por lo que el coste es más económico que fuera del centro.
* Es recomendable informarse en ayuntamientos, polideportivos y clubes municipales. Imparten actividades extraescolares para niños y jóvenes subvencionadas por las administraciones locales.
* Organizar el tiempo de modo que el estudiante pueda dedicar parte de él a sus tareas escolares.
1 comentario:
Pues que quieres que te diga.... yo creo que aquí en Madrid la mayor parte de los padres apuntan a los niños a 28 clases extraescolares porque no saben donde dejarles mientras están en el trabajo o haciendo sus cosas.
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