KIOSKO

De pequeño dicen que me daban una peseta y que echaba a correr a la ventanilla del quiosco a la que apenas llegaba, me aupaba un poco, ponía la moneda y decía: "quiero gastar" y me echaba a correr sin comprar nada. La cosa era gastar. De la oferta de los quioscos de hace más de treinta años a lo que hoy día se puede ver en uno de ellos hay una diferencia abismal tanto en periódicos, en chucherías, en revistas especializadas, juguetes, etc. Si echamos un vistazo a uno de sus escaparates llegamos a ver que se parece a un vídeo club lleno de dvd's que regalan o venden a bajo precio en innumerables promociones. La visita a un quiosco sea de glorieta o templete o sea en plan tienda, es una auténtica odisea si te toca detrás de un niño que le han dado para gastar 1 euro y va comprando cositas que valen 20 céntimos cada una hasta que consigue completar un euro entero sin pasarse y sin quedarse corto. Qué si cambio estos chicles por dos gominolas de coca-cola que si mejor una bolsa de chetos en vez de este sobre de cromos de la liga 2007-08. Otra de las cosas que me llaman la atención es como ser capaz de estar metido en un quiosco-glorieta asomándose por la ventanuca y saber a velocidad del rayo donde tienes mil cosas distintas, controlar todas las promociones y saber los regalos que vienen incluido en cada uno de los periódicos.De todos modos, el dato curioso de nuestro cultural país es que lo más vendido en estos lugares (tras la prohibición de vender tabaco) es el diario Marca que duplica al El País en medio millón de ejemplares a nivel nacional.Y además creo que desde el año 82 no ha habido nada que le supere. Y es que veinticinco años no son nada.