Son aproximadamente 400 millones de personas los hispanoparlantes en el mundo. Divididos en sus respectivas naciones, cada país tiene sus propios giros idiomáticos, denominados como modismos. Además, cada territorio posee sus propios giros. Es más, cada núcleo familiar tiene sus propias flexiones, que generalmente nacen cuando el niño de la casa aprende a hablar. Expresiones que conforman pequeños diccionarios domésticos, que seguramente en la casa de enfrente serían inexplicables.
Los giros idiomáticos, ayudan a entender una cultura, ya que una forma de expresión básica de toda sociedad, es cómo ésta utiliza su lengua.
Finalmente, está el peso de los medios de comunicación. Una imagen vista por miles de telespectadores, o una fotografía revisada por lectores de periódicos, pueden generar diferentes giros lingüísticos de expresión pero siempre tendrán el mismo signficado. Por eso, la lengua humana se desarrolla y evoluciona, a través de tres mecanismos:
Uno es la derivación, cuando desde una palabra original, salen nuevos conceptos. Hace 40 años la Luna era sólo objeto de investigaciones científicas y objeto de culto para poetas. Cuando Neil Amstrong pisó el satélite natural de la Tierra, nacieron palabras como "alunizar" o "alunizaje".
Un segundo mecanismo, es la composición. Se trata de la suma de dos palabras, que generan una tercera, que no necesariamente son la suma de sus dos originales. Por ejemplo, un "paraguas", efectivamente es "para el agua". Las dos palabras originales suman literalmente, al igual que "sordomudo" o "abrelatas". Pero no siempre es así, ya que un "camposanto" es un cementerio, "tentempié" es un almuerzo, o un "rascacielo" es un edificio. Figuras retóricas como metáforas o alegorías, son aquí protagonistas.
Finalmente, el tercer mecanismo es la creación de expresiones idiomáticas, es decir, los modismos a los que me referia al principio. Pero al final, giros o palabras, todos acabamos entendiéndonos.
Los giros idiomáticos, ayudan a entender una cultura, ya que una forma de expresión básica de toda sociedad, es cómo ésta utiliza su lengua.
Finalmente, está el peso de los medios de comunicación. Una imagen vista por miles de telespectadores, o una fotografía revisada por lectores de periódicos, pueden generar diferentes giros lingüísticos de expresión pero siempre tendrán el mismo signficado. Por eso, la lengua humana se desarrolla y evoluciona, a través de tres mecanismos:
Uno es la derivación, cuando desde una palabra original, salen nuevos conceptos. Hace 40 años la Luna era sólo objeto de investigaciones científicas y objeto de culto para poetas. Cuando Neil Amstrong pisó el satélite natural de la Tierra, nacieron palabras como "alunizar" o "alunizaje".
Un segundo mecanismo, es la composición. Se trata de la suma de dos palabras, que generan una tercera, que no necesariamente son la suma de sus dos originales. Por ejemplo, un "paraguas", efectivamente es "para el agua". Las dos palabras originales suman literalmente, al igual que "sordomudo" o "abrelatas". Pero no siempre es así, ya que un "camposanto" es un cementerio, "tentempié" es un almuerzo, o un "rascacielo" es un edificio. Figuras retóricas como metáforas o alegorías, son aquí protagonistas.
Finalmente, el tercer mecanismo es la creación de expresiones idiomáticas, es decir, los modismos a los que me referia al principio. Pero al final, giros o palabras, todos acabamos entendiéndonos.
No es lo mismo decir ver las cataratas del Niagara en invierno que no me niagarás que en invierno te acatarras.
2 comentarios:
No es lo mismo estar jodido que estar... :D
Hola
Sigo aqui en tu ordenador, porque Diego no se despierta y me aburro. Este post es un rollo, me recuerda a los temas de lenguaje de de Egb.
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