La pancarta que portaban, traducida del vascuence (euskera) dice: "Agresiones fascistas no. Democracia ahora.". Yo siempre he dicho que pase lo que pase con el País Vasco siempre estarán en el OJO del huracán porque bastantes de los nativos de allí han engendrado la violencia y el odio desde la cultura de sus escuelas (eikastolas). Cuando el joven vasco entra en la taberna del pueblo (herriko taberna) y la destroza, a la vez miles de vascos empuñaban el mazo para intentar acabar con el miedo con el que conviven. POR allí surgía la figura del vengador justiciero que no hacía más que en un acto de rabia e impotencia por haberle sido destrozada su casa, tomarse la justicia por su mano. Sí, por su mano, ya que la justicia no mueve ficha y deja a su libre albedrío campar a sus anchas a los izquierdistas radicales (abertzales) ilegales o a la cantera pro-etarra que no es otra que la lucha en la calle (kale borroka). Y una de dos, o es la hipocresia y sinvergonzonería llevada al grado extremo o no ven más allá de la realidad: esa pancarta aludida al principio demuestra como todos estos izquierdistas radicales (abertzales) cuanto más salen estos hechos y estas acciones en los medios de cominicacion más se ríen de nosotros y por supuesto de sus víctimas, he aquí la auténtica pupila del OJO del ser humano hipócrita, sinvergüenza,inmoral, perdulario, embustero, impostor, farsante, falaz, canalla, chulo...pollino en defintiva. Quién sabe si al pobre chico que destrozó la tabernilla, pleno de impotencia, le caerán unos cuantos años más que al que pone una bomba lapa.
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