Patético, tristísimo. 16 de marzo de 2011, un gripazo terrible que se ha convertido en bronquitis me deja sin ir a trabajar varios días y me deja sin ir al Bernabeu a ver el partido de Champions. 17 horas, me dirijo al Sagrado Corazón debido a mi alta fiebre y a mi tos continua, entro en Urgencias y me atienden amablemente en recepción, tras tomar los datos me indican que espere en la sala contígua. Allí un matrimonio y un hombre que dice que lleva mucho esperando y que se le va una cita que ya volverá. Me siento y espero resignado el tiempo que me corresponde. El matrimonio parece un poco nervioso por la tardanza, parece que llevan mucho tiempo. Entiendo que si entra alguien de gravedad tiene total prioridad. Pasa el tiempo...17.55 horas, nada ni nadie. Por fin a las 18,12 llaman a la señora. El tiempo sigue pasando, ya son las 18,25, un poco extraño que tarden tanto para tan poca gente. Entra una chica de treinta y tantos con su padre, un hombre mayor trajeado y encorbatado que parece que ha trabajado ahí o tiene muy buena relación pues salen todas las monjas y parte de los médicos que no habían ni asomado la cabeza en hora y media a saludarle y se hincha a estrechar manos (no era el rey). Al cabo de un rato entra más gente. Alguien pregunta a la hija del padre: Qué tienes?, nada un poco de fiebre y el estómago revuelto. El padre susurrrando le dice: no te preocupes que te meten a ti antes que a nadie. Sonreí pensando en la profesionalidad del centro hospitalario SAGRADO CORAZON DE VALLADOLID. Pues no!! Oh!. Sale la señorita y dice su nombre!!!!Sí el de la hija del padre.
Mi reacción fue ir educadamente a recepción y decirles, sin un tímido grito y sin aspavientos, que me den de baja que me voy a otro sitio que tengan un trato de igual. La señora recepcionista alterada me dice que la chica llevaba esperando mucho. Le dije que si me estaba mintiendo, creo que se le cayó la cara de vergüenza miró a una monjita no sabían que hacer. Les comenté que no era justo que no les pedía la hoja de reclamaciones por que tenía casi 39 de fiebre y me iba a otro sitio con dignidad.La segunda respuesta era que el médico me había borrado el nombre sin querer. La monjita élla, me comentó que esperara que no fuera así, que buscaba en un ratito a otro médico. Solo puede responder con una sonrisa.
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