Cada día más canales de tdt y cada día más bazofia, más televisión porquería, porque ya no es ni telebasura. A día de hoy pocas son las veces que me pongo delante de la televisión para ver algo que está programado por las tristecadenas. Se salvan pocas cosas, aparte de algún acontecimiento deportivo, y cada vez menos porque cada vez se dan más eventos por pago, y el telediario para enterarte, mientras comes, de lo que ocurre en el mundo, pocas cosas llaman mi atención.
A día de hoy intento no perderme El club de la Comedia, la serie El barco (y ya me está cansando), el concurso Atrapa un millón, alguna noche aguanto y veo un poco de Punto Pelota y pare usted de contar porque para ver alguna película (excepto en las cadenas públicas) prefiero verla online o descargármela y verla cuando a mí me apetece antes de que me digan: volvemos en cuarto de hora y se pongan a poner anuncios a degüello.
Esta televisión debe y tiene que acabar ya y parece ser que así será en breve tiempo. La televisión tiene que ser una herramienta de ocio en función de los gustos de cada uno, un aparato multimedia basado en las necesidades de entretenimiento del usuario y no que le bombardeen con actores de medio pelo disfrazados de astrakanes chillando como energúmenos e inventando sucesos cutres y de mal gusto acerca de acontecimientos sinvergüenzas que ellos mismos viven en sus vidas miserables. Programas que esculpen nuevos "ídolos" basados en la falta de cultura de educación y de clase que tienen al personaje de Torrente o de Homer Simpson como modelos a seguir.
Gracias a Dios, la marca coreana Samsung quiere que dejemos de llamar a la televisión “la caja tonta”. Por eso ha presentado un nuevo concepto de televisor “inteligente”, donde el usuario deja de ser un mero espectador de la pantalla para sumergirse en un mundo de ocio bien particular: El que ofrece la Smart TV.
Las claves del concepto de Samsung son la programación a la carta y las aplicaciones compatibles con esta nueva forma de ver televisión: Smart Hub (que ofrece aplicaciones), Smart Experiences (para garantizar una óptima imagen y sonido envolvente) y Smart Connections (que facilita la conexión con otros dispositivos Samsung) son los tres pilares en los que se apoya la nueva experiencia que la coreana quiere ofrecer.
En la presentación de los Smart TV en Madrid una cosa ha quedado clara: Samsung ha comprendido que el tiempo ha cambiado el comportamiento de los televidentes, y que Internet (y sobretodo las redes sociales) son una amenaza para la televisión, si ésta se demora en evolucionar. Así, la conectividad, los servicios de valor añadido y las aplicaciones son la apuesta de la empresa asiática para que nos replantemos el concepto de televisión. Si bien el fabricante nos ofrece una calidad de imagen superior, acompañada de sonido envolvente para que vivamos una aventura de inmersión en la pantalla, también va más allá y busca hacer de la experiencia de ver televisión, un sentimiento colectivo, una actividad más para compartir con los amigos a través de Internet. Por eso Samsung incorpora en sus “televisores inteligentes” servicios como “Social TV”, que permite comentar y compartir contenidos con tus contactos de las redes sociales mientras estás viendo tu programa favorito en la televisión, con lo que no solo fomentan la interactividad, sino que dan un paso al frente y se adaptan a las conductas de lo que serán los televidentes 2.0. Samsung ha comprendido la evolución de los televidentes y los cambios en la forma de comportarnos en momentos de ocio (donde muchos disfrutamos al subir fotos al Facebook en tiempo real, compartir qué nos parece un programa de televisión a través de Twitter, o bien marcar en Foursquare el sitio en el que estamos pasándolo bien) y por esto están intentando avanzar a nuestro ritmo.
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