Twitter te hace pensar que eres sabio,instagram que eres fotógrafo y facebook que tienes amigos. El despertar va a ser duro.
(Leído en redes sociales)

miércoles, 29 de junio de 2011

LLAMAR LA ATENCION

imageLlamar la atención es generar estímulos que sobrepasan el umbral, para modificar el conjunto de estímulos a los que atiende una persona. Si los medios de comunicación viven para la manipulación de cada uno de los individuos no digamos de la publicidad. La publicidad basa su técnica principal en crear la necesidad en el usuario de un producto innecesario.
Las agencias inventan escenarios y personajes falsos pero con alto grado de realismo. Carritos que circulan a control remoto por los super, Papas Noel "veraces" y reaparición de artistas fuera de circuito, son algunos de los recursos que utilizan en su incansable lucha por sorprender La publicidad es un tema popular. Muchos dicen que se habla tanto de la publicidad como del fútbol, todos son directores técnicos, todos pueden crear una campaña. A su vez, es muy frecuente escuchar la frase: "ya no saben qué inventar…"
Bueno, justamente de eso se trata. Es verdad, cada vez quedan menos cosas para inventar sobre todo a la hora de llamar la atención de los consumidores atestados de mensajes.

La comunicación publicitaria siempre cabalgó entre la realidad y la ficción. Siempre creó mundos imaginarios y apeló a lo simbólico para vender productos o servicios. Pero, de algún modo, había códigos conocidos para el consumidor.

Así surgieron un montón de iniciativas que generan acciones o escenas ficticias donde lo que se busca es llamar la atención para luego desvelar la incógnita de que en verdad se trata de una estrategia publicitaria.

El hecho de que las escenas tengan algún sesgo de verosimilitud es lo que realmente logra el interés de los consumidores. Y la posibilidad de que estas puestas en escena sean subidas a la red a través de sitios como YouTube convierten a estos microepisodios en fenómenos de escala masiva global.

En la India querían vender un snack que tenía dos dificultades: era caro y era muy picante. Todo se podía resolver con un simple prueba de producto en un supermercado pero los creativos decidieron apostar fuerte. Fue así que para promocionar la marca Kurkure, de Frito Lay, pusieron a un actor en pleno atardecer de Calcuta comiendo el snack como si fuera un transeúnte más con la salvedad que en minutos "se prendía fuego". Obviamente eso generó revuelo en la ciudad y el episodio no tardó mucho en llegar a YouTube. A eso le siguieron entrevistas al protagonista que solo decía que Kurkure era "very hot-very tasty" (muy picante, muy sabroso). Plink-caja, con poco presupuesto se pasó el mensaje.
Está claro que la evolución de la publicidad es gigantesca y que cada vez estamos más lejos de la generación de Einstein.

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