El papa Gregorio XIII realizó la reforma del calendario, creando el sistema vigente en la actualidad (el calendario gregoriano en sustitución del calendario juliano). Lo impuso en 1582 evitando los años bisiestos cuando caen en las centenas excepto cuando son divisibles por 4. Así, el año 1900 no fue bisiesto y si lo fue el 2000. Cuando se introdujo este calendario se decretó que el día 5 de octubre fuera el 15 de octubre para corregir el desfase entre el calendario juliano y el solar. Por tanto, el año 1582 fue el año más corto registrado eliminándose 10 días de historia. Gregorio XIII ordenó que se saltaran 10 días y que los años bisiestos sólo lo fueran cuando resultaran divisibles por 400. Se determinan, además, cuando las dos últimas cifras son divisibles por 4 (1912, 1916, 1944, 1996).
Desde el calendario gregoriano, todos los años tendrían 365 días y cada cuatro años habría un bisiesto de 366. Según cálculos sencillos (365/2=182.5) se obtiene que la verdadera mitad del año es el día número 182 + medio día (es decir 12 horas más); por lo que partiendo del 1 de enero, la mitad exacta del año se produce cuando el reloj marca las 12 horas del medio día en la fecha 2 de julio. Por otra parte si el año es bisiesto entonces dicha mitad se encuentra en las 00 horas del día 3 de julio.
Por tanto la incidencia del Papa Gregorio XIII en el mundo moderno ha sido clave para reordenar el tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario