En 1897 Marconi montó la primera estación de radio del mundo en la Isla de Wight, al sur de Inglaterra y en 1898 abrió la primera factoría del mundo de equipos de transmisión sin hilos en Hall Street (Chelmsford, Reino Unido) empleando en ella alrededor de 50 personas. En 1899 Marconi consiguió establecer una comunicación de carácter telegráfico entre Gran Bretaña y Francia. Tan sólo dos años después, en 1901, esto quedaría como una minucia al conseguirse por primera vez transmitir señales de lado a lado del océano Atlántico. A partir de ahí el mundo de la comunicación comenzó a evolucionar hasta llegar hasta donde estamos hoy día.
La importancia del invento de Marconi es de especial relevancia en las comunicaciones del siglo XX. Si bien en la década de los cuarenta el Tribunal Supremo de los Estados Unidos dictaminó que la patente relativa a la radio era legítima propiedad de Tesla, y le reconoció como inventor legal de ésta, si bien esto no trascendió a la opinión pública, que sigue considerando a Marconi como su inventor.
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