No hay más que recordar el pan y circo romano. A la situación de nuestro país le viene al pelo que comience el mundial de fútbol y, sobre todo, que nuestra selección llegue con la aureola de favorito. El primer mundial donde todo el mundo se rinde a la condición de hiperfavorito de la roja.
La cortina de humo que este mes nos vamos a encontrar puede ser un buen tramo de respiro para un gobierno que hace aguas por todas partes y que nos está dejando a todos en pañales.
Otra controversia es si España gana el mundial. Ante el estado de felicidad de todos los españolitos por lo que sería, de repente, no sólo ser centro del universo si no convertirse en leyenda y en historia "momentánea", nos encontraríamos a un país que derrocha dinero (por muy empresa privada que sea la federación española de fútbol) al pagar a los seleccionados campeones unos 600.000 euros por cabeza. Mientras los funcionarios y los que no somos funcionarios nos irán recortando dinero de nuestro mini sueldo, a los jubilados les irán congelando su pensión. Pero eso da igual si nuestra selección es la mejor del mundo no? Esto me recuerda cuando en Sevilla el pasado junio se realizaron dos manifestaciones casi en la misma semana, una porque el Betis había bajado a segunda donde acudieron unas 60.000 personas y otra, para protestar por la muerte sin clarificar de Marta del Castillo con no mas de 1000 personas.
Quizá tenemos lo que nos merecemos y es que España sigue sin tener una cultura física adecuada donde da prioridad a la cultura del Marca.
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