Twitter te hace pensar que eres sabio,instagram que eres fotógrafo y facebook que tienes amigos. El despertar va a ser duro.
(Leído en redes sociales)

martes, 9 de septiembre de 2008

HAZTE PROFE Y NO ME AMARGUES MAJETE


Hace más de 15 años que ejerzo de profesor en el colegio. De hecho, no he dejado de ir a la escuela, de una manera u otra, desde los cuatro años. A esa edad interrumpí mi educación familiar para acudir a una clase formal, con otros niños de mi edad y frente a una señorita que me aleccionaba con ¿cariño?. Desde entonces he asistido a clases como alumno o profesor sin interrupción alguna. Y he de confesar que aún me divierto dando clases, participando en conferencias o coloquios y también asistiendo a intervenciones o lecciones de algún otro colega. Reconozco que no es lo mismo dar en los centros de educación primaria, en un instituto de secundaria o en un centro de formación de adultos. Públicos distintos, ritmos vitales distintos, posición física y mental en relación con la experiencia educativa muy diversa. Pero siempre he pensado que en cada momento vital el ser alumno y el ser profesor pueden encontrar puntos de encaje que permitan disfrutar de la situación.

Cuando oyes hablar a profesores ya veteranos es notoria la sensación de añoranza con que observan el pasado, los años setenta y ochenta, considerándolos como mejores para la función de docente. Muchos afirman sentirse cansados o desesperanzados. Pero son gran mayoría los que consideran como puntos difíciles la disciplina en clase y el desarrollo socioafectivo de los alumnos. Y entienden que les falta colaboración de las familias, a las que ven despreocupadas por la educación de sus hijos y con quienes les gustaría establecer relaciones de mayor confianza. En su relación con los alumnos, lo que más valoran son las buenas relaciones afectivas con ellos, y lo que más les molesta es su falta de respeto.

El trato día a día con el alumno, para lo bueno y para lo malo, el gestionar un sinfín de mentalidades, sentimientos, espectativas...y luego para que llegue el verano y tras haber estado diez meses dedicado exclusivamente a que esas espectativas y formas educativas salgan adelante, alguien te llegue por detrás te de una palmada en la espalda y te diga: jo qué bien vivís los profes. Y tú te des la vuelta y pienses: pero té eres retrasado...hazte tú profesor si lo único que te gusta son las vacaciones...y no me amargues porque tengas un trabajo que no te gusta.

2 comentarios:

AsiSoyYo dijo...

Este post me llega... y es que he hablado en numerosas ocasiones de que mi sueño es ser maestra. Me hace gracia esa gente que estudia conmigo (estoy en el último año de carrera y aún queda lo más duro... oposiciones...) y que dice que estudia magisterio solo porque los maestros viven bien, que no hacen nada...

Yo he tenido solo un pequeño acercamiento al colegio como "maestra" durante un mes y medio en prácticas y la gente no conoce nada. No sabe lo díficil pero a la vez fantástico que es estar con 25 niños en una clase, cada uno diferente, con sus situaciones, con su forma de ser... para mí fue como estar un mes y medio en las nubes cumpliendo por momentos mi sueño, aprovechando ese mes y medio al máximo, para empaparme de cada una de las situaciones que ocurrian a mi alrededor.

Por eso, puedo decir que me fastidia demasiado esos "sabe lo todo" que muestran tan poco respeto por esta profesión...

Respecto a la ayuda de los padres, el cariño de los niños... es que me daría para mucho y eso que aún no ejerzo, pero es tan fácil verlo. Habría muchas cosas que mejorar...

Un saludo y perdón por la extensión del comentario.

Anónimo dijo...

Qué curioso!
Acá en Venezuela, los profesores tienen esas mismas inquietudes sobre lo agradable que es enseñar y a la vez lo difícil...
Pero hay una diferencia básica: aquí no viven tan bien, es una de las profesiones peor remuneradas.