El perfil del alcohólico tradicional se ha perdido. El consumidor de tertulia, el patrón mediterráneo, ha dado paso al joven que sólo busca la intoxicación etílica. Pero si bien el primero no caía en la adicción hasta bien entrada la jubilación, el segundo puede llamarse alcohólico a edades tan tempranas como los 14 o los 19 años. En los últimos años el alcoholismo se ha convertido en la amenaza del consumidor de fin de semana.
Cada vez son más los jóvenes que recurren al polvo blanco y al alcohol para jugar con los efectos estimulante y depresor de ambas drogas.
La bebida es la puerta de entrada y salida para todo tipo de drogas. El perfil del alcohólico ha cambiado, dando paso a la inmigración, a las mujeres y a los jóvenes consumidores de fin de semana. Y es que la bebida sólo requiere para caer en ella: uso, abuso, dependencia y finalmente preso para toda la vida. Cada día es más normal ver a chavalines con bolsas de supermercado llenas de botellas de alcohol y refrescos y la gente les mira y sonríe. La generación de bebedores que se está forjando en todas las ciudades de España es alarmante. Pero más aún que los que beben,preocupan las soluciones que los políticos astutos de hoy, dan a tan etílico problema. De nada sirve poner pegatinas en los supermercados que digan «Prohibida la venta de alcohol a menores de 18 años» si el dueño del establecimiento pasa de la ley , pues no está dispuesto a mermar los beneficios que la venta de alcohol a menores le reporta. Solución difícil.
2 comentarios:
No entiendo a los que dicen que para divertirse tienen que llevar el puntito..
Un besito y una estrella.
Mar
A mí me llama la atención, los deportistas alcohólicos
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