Hay equipos que son creativos y otros donde cualquier idea brilla por su ausencia. ¿Motivo? En otra ocasión hemos hablado que no hay ser humano recién nacido que no nazca creativo, sin embargo, hay entornos que favorecen más la generación de ideas que otros. Tiene que ver con el tipo de jefe que tengamos o con el ambiente que se respire en el equipo. Hay lugares donde se desarrollan conversaciones generativas, es decir, diálogos que son el embrión para lanzar un sinfín de propuestas; y otros donde la creatividad queda desterrada para los fines de semana o las aficiones. Sin embargo, si hay algo codiciado por una organización (empresa, asociación o equipo de fútbol) es la innovación y esta no se puede conseguir sin dosis elevadas de creatividad de cada una de las personas y del grupo en su conjunto.
Proponer nuevas ideas es un hábito. Es recomendable cada día atreverse a hacer algo distinto: ir al trabajo por un sitio diferente, cambiar nuestras rutina o leer cosas que no tengan que ver con lo que habitualmente hacemos. Nacemos con esa capacidad, pero también podemos desarrollarla y en el siguiente video se recogen 29 formas para lograrlo:
Si además de nuestro trabajo individual estamos en equipos que nos ayudan a proponer nuevas ideas, el resultado será muchísimo mejor. Ya sabemos que la creatividad no nace del vacío. Surge de la interacción con determinadas personas, cuando accedemos a nueva información o cuando asociamos conceptos que parecían profundamente divorciados. Por eso, no es de extrañar que en los últimos años se haya desarrollado un nuevo concepto, creatividad colaborativa, que lista las claves necesarias para que un equipo dé lo mejor de sí mismo. Veamos algunas de las propuestas sugeridas:
1. Fomenta la interacción.
Trabajar con otras personas fomenta nuestra creatividad. Si además, tenemos retos, muchísimo mejor. La creatividad requiere despertar conexiones neuronales y eso solo se logra cuando nos encontramos ante un reto. ¿Y qué mejor manera que a través de nuestros compañeros de trabajo? Por eso, si quieres dar lo mejor de ti asegúrate que quienes te rodean te ayuden a ello.
2. Crea un ambiente familiar y seguro.
La familiaridad entre los miembros de un equipo genera grandes beneficios y mejora la eficiencia. Sería el equivalente a un equipo que juega un partido en casa. Se trata de crear vínculos seguros. Las llamadas entre ellos, los cafés, los descansos juntos, las comidas, los encuentros formales e informales, las redes sociales… Todo sirve para crear cohesión y comunicación constante. Los mejores equipos se comunican incluso más fuera de las vías de comunicación formales que en las reuniones de equipo. Recordamos que el miedo es la gran parálisis para la creatividad. Si pensamos que una idea puede hacer que descienda la espada de Damocles sobre nuestra cabeza, será muy difícil que digamos nada.
3. ¿Tu equipo es virtual? No hay problema.
No hay excusas porque el equipo sea virtual, se pueden alcanzar mejores resultados que incluso con algún equipo presencial. Eso sí, mantén el contacto a través del e-mail, las llamadas, las videoconferencias y las redes sociales.
4. ¿Cuentas con introvertidos? Simplemente concédeles algo más de tiempo.
El equilibrio entre extrovertidos e introvertidos forja mejores equipos. Está comprobado que los extrovertidos se muestran más en las primeras fases de formación de un equipo, sin embargo, la aportación de los introvertidos aumenta con el paso del tiempo llegando incluso a superar a las personas más abiertas. Ten esto en cuenta y sé paciente con ellos al principio o contigo mismo, si tienes ese carácter.
5. No temas a las personas analíticas, su papel en el equipo es fundamental.
Los mejores equipos cuentan con al menos un miembro orientado al pensamiento analítico. Aunque pueda parecer que estas personas tiran por tierra las ideas de los demás, lo único que están haciendo es atarlas a la tierra. Lo que sí es recomendable es tratar que esa persona se muestre abierta en las primeras fases de creación y que reserve sus dotes analíticas para fases más avanzadas. Hay un momento para todo.
6. Más diversidad, más creatividad.
Los mejores equipos son diversos, incluyen tanto a hombres como a mujeres y a personas con diferentes procedencias, etnias, formas de pensar y áreas de expertise. Si tienes la oportunidad, fomenta la diversidad. Ya sabe que no siempre es fácil porque solemos sentirnos más cómodos con personas que son parecidos a nosotros. Pero ya lo hemos dicho: la creatividad nace de la búsqueda del desafío. Si todo es demasiado homogéneo, será difícil.
7. Emociones positivas.
La creatividad no surge en ambientes melancólicos o de miedo. Requiere de emociones más sexys, como la ilusión, el juego o el atrevimiento para ver las cosas de un modo diferente. Por eso, el equipo ha de ser un lugar donde todo lo anterior ocurra. El sentido del humor es un gran ingrediente, el reconocimiento del jefe y, por supuesto, darse pequeños permisos como equipo. Un día me contó un directivo de un empresa con una cultura muy tradicional una de sus reuniones más creativas. Fue con una firma de abogados para tratar un tema realmente aburrido. Aquel día le sorprendieron con un comienzo distinto: llevaron a sus oficinas refrescos e incluso, gominolas y en un tono mucho más desenfadado del habitual, surgieron muchas propuestas diferentes al problema con el que llevaban tiempo para intentar dar con la solución. Por supuesto que para ser creativos hace falta más cosas que gominolas. Ya lo sabemos. Pero en el fondo, es un ejemplo de cómo cuando sorprendemos de modo amable, podemos conseguir resultados diferentes.
Fórmula:
Los equipos son creativos sin se combinan formas de pensar diferentes, emociones positivas y entornos familiares y seguros.
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