En un estudio cuyos resultados se acaban de publicar se ha analizado la relación que hay entre la ilusión de superioridad, el sentimiento subjetivo de desesperanza, la disponibilidad de un tipo de receptores de neurotransmisores y la conectividad funcional entre determinadas áreas encefálicas.
La ilusión de superioridad está correlacionada negativamente con la conectividad funcional entre dos áreas en concreto: la parte dorsal de la corteza y el núcleo estriado sensorimotor. Se da la circunstancia de que las personas con menor densidad de esos receptores tienen mayor propensión a considerarse a sí mismas más atractivas socialmente y, por esa razón, no suelen experimentar sentimientos de desesperanza subjetiva.
Diversas habilidades como la comprensión lectora, conducción de vehículos, y en juegos y deportes como el ajedrez o el tenis, la ignorancia frecuentemente proporciona más confianza que el conocimiento. Su hipótesis es que, en una habilidad típica que los humanos poseen en mayor o menor grado:
Los individuos incompetentes tienden a sobreestimar su propia habilidad.
Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer la habilidad de otros.
Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer su extrema insuficiencia.
Si pueden ser entrenados para mejorar sustancialmente su propio nivel de habilidad, estos individuos pueden reconocer y aceptar su falta de habilidades previa.
En una serie de estudios, Kruger y Dunning examinaron las autovaloraciones en razonamiento lógico, gramática y humor. Después de haberles mostrado las puntuaciones de sus tests, preguntaron a los sujetos su estimación sobre la posición obtenida en la clasificación, resultando que, mientras que el grupo de los competentes estimaba bastante bien su clasificación, los incompetentes sobreestimaban su posición.
Tras 4 estudios, los autores encontraron que los participantes que puntuaron en el peor cuarto del total en las pruebas de humor, gramática y lógica, sobreestimaban con mucho su habilidad y su resultado en prueba. A pesar de que las puntuaciones de las pruebas los colocaban en el 12% peor, ellos se consideraban entre el 62 por ciento.
Mientras tanto, la gente con conocimiento real tiende a subestimar su competencia.
Un estudio posterior sugiere que los estudiantes más incompetentes mejoran tanto su nivel de habilidad como su habilidad para estimar su posición en la clasificación sólo tras recibir muchas clases en las habilidades que no tenían.
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