La política del miedo dominó durante el año 2006. Líderes carentes de todo principio manipularon deliberadamente el miedo para crear división, sofocar discrepancias y evitar rendir cuentas. Los gobiernos propiciaron un clima de intolerancia que avivó conflictos y fomentó la comisión de abusos contra los derechos humanos, creándose con ello un vacío de derechos que los grupos armados y las empresas explotaron en beneficio propio.
Se muestra un mundo asolado por los conflictos armados, la represión y la discriminación; un mundo en el que las mujeres están en permanente peligro de sufrir violencia y en el que comunidades enteras están cercadas por la pobreza y la exclusión social.
La clave para que esta situación cambie es la presión de la sociedad civil, el poder de las personas y sin lugar a dudas, el compromiso de todos, para transformar el rostro de los derechos humanos en el siglo XXI. Necesitamos un buen FUTURO PROXIMO
Se muestra un mundo asolado por los conflictos armados, la represión y la discriminación; un mundo en el que las mujeres están en permanente peligro de sufrir violencia y en el que comunidades enteras están cercadas por la pobreza y la exclusión social.
La clave para que esta situación cambie es la presión de la sociedad civil, el poder de las personas y sin lugar a dudas, el compromiso de todos, para transformar el rostro de los derechos humanos en el siglo XXI. Necesitamos un buen FUTURO PROXIMO
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