He sospechado siempre que la vida tiene sentido sólo cuando estamos parados en el surco del vinilo que nos corresponde. Y no siempre ocurre. Las pequeñas desgracias cotidianas son, a mi entender, productos de una mala decisión muy anterior, tan anterior que nos resulta imposible relacionar una cosa con la otra. La decisión que nos incorpora a un surco “nuestro”, en cambio, sólo puede traernos buenas cosas.Los guiños son complicidades del destino, que ya está escrito; son señas de truco que nos alertan justo en los momentos de cambio hacia una expectativa nueva. Este efecto mariposa que nos trae acontecimientos que no nos explicamos pero tienen su explicación previa. Luego los guiños de complicidad nos llegan cuando menos nos lo esperamos, tras un varapalo, el destino siempre nos tiene preparadas sopresas positivas envueltas en esos guiños. Por eso ante malos momentos debemos pensar en que todo lo que pasa, ocurre para bien y nunca debemos pensar, si se nos nubla todo, en un particular SINIESTRO TOTAL.
1 comentario:
Si afirmas que "Las pequeñas desgracias cotidianas son, a mi entender, productos de una mala decisión muy anterior, tan anterior que nos resulta imposible relacionar una cosa con la otra", estás diciendo, como yo pienso, que el destino no existe (vamos que no está prefijado) sino que todo lo que ocurre es causa y/o efecto de otra cosa que ocurrirá u ocurrió.
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