Empecemos con las preferencias. Cuando uno consume algo, quiere decir que lo ha preferido a otras cosas de la lista de sus preferencias. No importa cuáles hayan sido las razones, simples, complejas, consistentes o inconsistentes, los motivos que haya tenido para tal elección.Las metapreferencias se refieren a aquello que está “detrás” de las preferencias, más “al fondo” y que influye en ellas.por ejemplo, tener sentimientos ambivalentes respecto de mi preferencia, como, por ejemplo, cuando fumo o como un chocolate. Si soy conciente de que me hace daño fumar o si el peso que tengo es un asunto importante en mi vida quizá siga fumando o comiendo chocolate pero lo haré sin mucha convicción aunque disfrute muchísimo el hacerlo. En esos casos puedo decir que preferiría no preferir lo que prefiero pero no puedo evitar preferirlo.¿Qué pasa con el comportamiento de los individuos que no desean desear lo que desean? ¿Qué pasa con alguien cuando no desea su adicción al cigarro? ¿Cuánto influye en el comportamiento una discrepancia entre lo que se desea y lo que la persona considera correcto o conveniente desear? Estamos, por supuesto, en el mundo de los valores, de las convicciones de diversa índole. ¿No será más fácil cambiar las preferencias de alguien que no está del todo conforme con ellas?
Todo este rollo-trabaluengas viene por la necesidad de saber elegir ser positivo y eso depende exclusivamente de uno mismo.
El ejemplo de Epi, (personaje al azar). Cómo lo haces Epi, para estar siempre con actitud positiva?Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo, Epi,tienes dos opciones, poder estar de buen humor o estar de mal humor.Escojo la primera. Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello. Cada vez que viene alguien a mí a quejarse, puedo escoger entre aceptar su queja y solucionársela o enseñarle el matiz correcto de la vida y darle mimbres para que se la solucione el mismo.
Todo en la vida es acerca de elecciones, cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección, tú eliges como abordarás cada situación, tú eliges como la gente afectará tu estado de ánimo, en resumen tú eliges como vivir la vida.
6 comentarios:
Por un momento creí encontrarme en medio de una clase sobre la "disonancia cognitiva"...
no tengo ni idea que es la disonancia esa.
A la mitad me he perdido, y he pensado ¿pero que estoy leyendo?. Menos mal que lo resumes al final. Mas puntos y a parte por favor....
Yo tampoco se que es una clase de disonancia cognitiva. Yo tenía una que eran procesos cognitivos, pero yo creo que no tiene nada que ver.
... o cómo sobrevivirla.
Besos brujulicos!
si no me equivoco, con disonancia congnitiva f.a. se refería al proceso en el cual lo que uno ha aprendido y está en sus estructuras cognitivas se ve "tambaleado" por nuevas estructuras, o aprendizajes, o experiencias, en los que entre el previo y el nuevo hay una disonancia, una especie de desacuerdo inicial a resolver entre ambos. La cuestión está en como acomodar el nuevo: desestimándolo, desestimando el previo, o encontrando una solución de compromiso...
con el ejemplo del tabaco, he aprendido que "creo que me gusta fumar" y tb he aprendido o interiorizado "fumar es malo", entre ambos pensamientos hay una disonancia...
iban por ahí los tiros f.a.??
es un post muy acertado chechu, yo ando en lo mismo, tratando de convertirme un poco más en epi....
Laumunoch no anda muy descaminada pero no necesariamente se ha de dar ese "desacuerdo" por "estructuras nuevas". Con el ejemplo del tabaco sí lo explica mejor. Os enlazo una simplísima y breve definición de lo que es la disonancia cognitiva, espero así lo entendáis mejor que si os lo explico yo.
Otro ejemplo muy entendible: Es de noche, una tía (o un tío para ellas) me está poniendo malísimo (a), pero tengo pareja estable. ¿Qué hago? Ahí está la disonancia. Resuelva como resuelva la situación (la conducta que tome), es muy posible que me de a mí mismo(a) razones que justifiquen lo que he hecho ("es porque quiero mucho a mí pareja y no quiero ser infiel", "es que me había tomado cuatro copas y no sabía lo que hacía"), así es cómo resuelvo la disonacia, autojustificando mi conducta.
Otro ejemplo, un pucelano seguidor del madrid, ¿quien quiere que gane el domingo?
Publicar un comentario