Twitter te hace pensar que eres sabio,instagram que eres fotógrafo y facebook que tienes amigos. El despertar va a ser duro.
(Leído en redes sociales)

jueves, 21 de febrero de 2008

TODO ESTA EN EL AIRE


Si le preguntaran a un habitante del planeta Tierra del año 1980, sobre si se creería que en poco más de veinte años los ordenadores personales que empezaban a salir en el mercado, te permitirían mediante las líneas telefónicas hablar y ver a la gente que quieras en tiempo real, obtener la información que quieras, las imágenes que quieras y la música que quieras, prácticamente en el momento, diría que eso es imposible. Si además añadiéramos que no habría cables y que todo es inalámbrico que va por ondas en el aire nos tildaría de locos. Lo mismo podría ocurrir si a los habitantes de ese mismo planeta pero del año 2008, les dijeran que en menos de veinte años, los viajes en avión, coche o barco no existirían, que cada persona podría ir mediante una serie de solicitudes previas, al lugar que quiera sin perder una décima de segundo siempre que respete la ley de la ubicuidad y sus coordenadas. Sobre esto ya se está trabajando y se lleva mucho tiempo en ello: el teletransporte.

Siempre se ha hablado sobre las posibilidades del teletransporte, algo que todos conocemos por gran cantidad de peliculas y series de ciencia ficción, como Star Trek o La Mosca. Obviamente,a día de hoy es cientificamente imposible.

En 1931 un escritor americano llamado Charles Fort usó por primera vez la palabra teletransporte para referirse al movimiento de objetos de un lugar a otro de forma casi inmediata. Desde entonces, la idea ha sido explorada por la ciencia ficción en la pequeña y la gran pantalla a través de series como las citadas o la recién estrenada película Jumper (“Saltador”), que cuenta la historia de un joven con una anomalía genética que le permite teletransportarse a cualquier lugar.

Las leyes que rigen y permiten esta forma de teletransporte fueron descubiertas, ya hace décadas, por Einstein y sus colegas mientras intentaban realizar un análisis crítico de la mecánica cuántica, la ciencia que explica el comportamiento de la materia a escala subatómica.

En noviembre de 2006,un equipo de expertos daneses lograron descomponer en millones de átomos una minúscula esfera y “reconstruirla” a medio metro de distancia. Hasta entonces, el teletransporte sólo se había conseguido con partículas individuales y en distancias inferiores a un milímetro.

Lo que parece evidente es que dar el salto del experimento de Polzik al teletransporte a escala macroscópica para el movimiento de humanos de un lado a otro será tremendamente complicado. Y no sólo porque desde el punto de vista físico habría que copiar y rearmar los trillones y trillones de átomos que forman un individuo, algo que muchos científicos consideran viable. También hay que tener en cuenta algunas cuestiones éticas y filosóficas. La teleportación que proponen los escritores de ciencia ficción sólo es posible si el “original” se destruye. En ese caso, ¿la “copia” reconstruida sería el mismo individuo que se teletransportó? Y, por otra parte, ¿alcanzaremos suficiente nivel de precisión para reproducir un cerebro humano? Parece ser que esto va a ser más complicado que internet puesto que no hablamos de algo solo físico o químico sino algo que va más allá de alterar el tiempo de vida.


1 comentario:

zendal dijo...

Es cierto que en la ciencia ficción hay dos tipos de teletransporte:

1) Consiste en una copia del original en el lugar de destino, y posterior destrucción del original: lo cual, no es un "teletransporte puro".

Además en el caso de organismos animales (como los humanos), compuestos de millones de millones de átomos, en una estructura terriblemente compleja, y en continuo movimiento... lo veo sencillamente imposible.

2) El teletransporte real: plegar el espacio-tiempo, o abrir un agujero a través de él (¿otra dimensión tipo "hiperespacio"?).

Curiosamente, los físicos actuales consideran posible "teóricamente" esta última posibilidad... lo que no dicen, es que la energía necesaria para conseguir eso, es ABSOLUTAMENTE (con mayúsculas) inmensa. Digamos que millones de millones de veces superior a la conseguida, con el mayor de los aceleradores de partículas actuales.

Por lo tanto, esta segunda posibilidad, también la considero imposible.

Pero como dice el anuncio de Nike: "Nada es imposible". (impossible is nothing).

Quién sabe...