ISLITA

Islas hay miles, pero hay algunas que tienen un cierto encanto. Yo no he estado en demasiadas. Las típicas, Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura, Mallorca etc... pero hay otras pequeñas islas que dejan su sello, la primera que más me ha gustado se encuentra a un centenar de kilómetros al norte de Lisboa, frente al Cabo Carvoeiro y a una hora en barco de Peniche, el mayor puerto pesquero de Portugal continental.Es el archipiélago de las islas Berlengas, unas islas consideradas paradisíacas por los amantes del medio ambiente o de deportes como el buceo, y que son visibles en días claros desde la costa. Romanos, vikingos, británicos y piratas de distinto origen ocuparon sucesivamente las que algunos historiadores denominaron "Las islas de Saturno". En la actualidad, apenas unos pocos pescadores viven en las pequeñas casas de las islas en la temporada estival. Te puedes perder en sus recovecos y bañarse en algunas de sus escondidas playas es genial. La otra "islita" que me encantó está a muchos miles de kilómetros de aquí. La verdad que es grande, es la Isla Saona en la República Dominicana. Cuenta con preciosos arrecifes coralinos, lagunas costeras, una gran diversidad de aves y especies de reptiles, y tiene también interesantes yacimientos arqueológicos y cuevas que eran utilizadas por los taínos, antiguos pobladores dominicanos. Nos da el típico paisaje paradisiaco para vender vacaciones de verano, pero la verdad que es uno de los lugares más bonitos en los que he estado. El paisaje se basa en multitud de bonitas playas, con muy poca profundidad y con las aguas cristalinas y muy claras. Las playas de arena blanca y con las palmeras cocoteros al lado del agua. Paraisos algo lejanos algunos pero a veces lo más bonito lo tienes sin salir de casa.