Cada vez hay más películas que versan sobre el deporte o una historia deportiva pero quizá esta peli de Eastwood es la más dura de las que existen sobre la realidad del deporte y por extensión de la vida misma. Y aquí también aparece el concepto tan complicado y criticado de la eutanasia. Con esta película, el afamado Clint Eastwood quiso aportar su granito de arena sobre el polémico tema de la eutanasia y la verdad, es que lo hizo con muy buen gusto y la maestría de la que ha hecho gala, en casi todos sus trabajos como director.
"Million Dollar Baby" es por encima de todo una gran película, que huye de tanto fuego fatuo y artificios, como le suele gustar al cine americano; ofreciéndonos una historia, en la que destacan mayormente sus personajes. Las interpretaciones del señor Eastwood, Hilary Swank y Morgan Freeman son memorables y con su única presencia, ya le dan sentido a toda la cinta.
La película es una obra de dos personajes profundamente humanos, maltratados por la vida, solitarios y rudos, que se convierten en protagonistas de una relación de intenso amor paternofilial. Gracias a éste, Frankie se encuentra a si mismo y Maggie logra su propósito de ser estimada y triunfar. De su mano el film se adentra en el mundo de los sentimientos humanos (amor, devoción filial, compasión, amistad, fuerza de voluntad, espíritu de lucha, escrúpulos, búsqueda del perdón, etc.). No es una obra superficial: es compleja porque explora el alma del ser humano. A partir del "accidente" la relación entre entrenador y pupila llega al ámbito más profundo. Todo el que trabaja con seres humanos, todo el que se dedica a ellos en alguna forma, si tiene el suficiente corazón se va viendo tan involucrado y tan unido afectivamente, que ya no puede distinguir dónde acaba lo profesional ni dónde empieza lo personal.
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