
Haciendo un ejercicio de ciencia ficción, nos situamos entre un grupo de historiadores del año 2525 que quieren estudiar la Edad Contemporánea y conocer en profundidad las claves de nuestra vida, nuestras instituciones, la vida cotidiana, nuestra mentalidad y nuestras manifestaciones individuales y colectivas. Indudablemente deben distinguir aquellos hechos fundamentales de nuestra época, vistos desde la perspectiva del primer cuarto del siglo XXVI.

Sospecho que uno de los pilares fundamentales de análisis será el deporte, entendido como un auténtico microcosmos de nuestra época en el que se reflejan los conocimientos, valores, normas o concepciones estéticas que configuran nuestro tiempo. Y tras sus antecesores el homo erectus, el homo sapiens y el homo ludens emerge la figura del homo deportivus.
El deporte se ha convertido en el hilo conductor de la cultura contemporánea, su fiel cronista, que occidentaliza e impregna de sus valores ocultos a toda la población que está sometida a su influencia. 
El deporte, sin quererlo o sin saberlo, por azar o necesidad, se ha constituido en una aparato ideológico del Estado (Louis Althusser) cuyas ideas y conceptos morales son periódicamente difundidos por el deporte espectáculo entre la población que lo sigue, lo jalea, lo practica y lo proyecta en la vida cotidiana. Si alguien piensa que el deporte se acabara algún día, creo que deberá considerarlo para él como uno más de los SUEÑOS UTOPICOS.

El deporte, sin quererlo o sin saberlo, por azar o necesidad, se ha constituido en una aparato ideológico del Estado (Louis Althusser) cuyas ideas y conceptos morales son periódicamente difundidos por el deporte espectáculo entre la población que lo sigue, lo jalea, lo practica y lo proyecta en la vida cotidiana. Si alguien piensa que el deporte se acabara algún día, creo que deberá considerarlo para él como uno más de los SUEÑOS UTOPICOS.
1 comentario:
Bonita foto tuya de hace... ¿¿15 años??
¿¿porque no pones una de tu yo deportivus actualis?? jeje
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