A veces andamos tan apurados por la vida que no nos damos cuenta de los detalles importantes que nos rodean. Pareciera que en nuestras vidas existen tan sólo dos estaciones: el trabajo y el descanso. Quizás sería más exacto hablar de una sola estación: el trabajo, porque hasta el descanso se realiza en función del trabajo. Pero la naturaleza nos enseña que hay cuatro estaciones durante el año.
Ha llegado la primavera y, con ello, el frío se va alejando. Esto significa mejor salud para los ancianos y menos costos para las personas con pocos recursos ya que desaparece el gasto de calefacción. Además, cuando hace frío uno tiene ganas de quedarse en la cama por la mañana, mientras que en los días primaverales uno se levanta con más ganas. La contaminación se va despejando, las flores brotan, el pasto cobra un verde fresco, la luz aleja el gris monótono. Ya vienen las ganas de buscar el descanso fuera de la casa, mientras en el invierno el espacio se reduce bajo la techumbre.
La primavera se asocia con el amor, la juventud y el gozo de la vida. ¿Hemos perdido la estación de la primavera en nuestras vidas personales? No es difícil, con el acumulo de años, ir perdiendo el entusiasmo del vivir, la sensación de lo bello, el gozo de la amistad. A veces corremos el peligro de hacer de nuestra biografía personal un constante invierno, con asomos de otoño, pero con una ausencia total de la primavera.
La primavera nos trae cosas, buenas y malas, pero creo que es la estación que nos trae, la luz, el color y la salida del túnel del invierno.
Aunque aparecen las alergias, llega la época de los examenes en los estudiantes y está el mes de abril que suele ser cuando más llueve, hay que tener en cuenta que se cambia la hora, la gente está mucho más alegre, el acercamiento del verano y del calor acaba mostrando las terracitas, las primeras pieles morenas, la ropa más ligera y da gusto hacer deporte, pasear o simplemente salir a la calle Durante esta época, la actividad vegetal se encuentra en pleno apogeo. Aumentan las temperaturas y las horas de sol, trayendo como consecuencia una explosión de colores en jardines, terrazas y balcones de las casas. Vaya un post más poético me ha salido y mañana celebramos EL DIA DEL ARBOL.
Ha llegado la primavera y, con ello, el frío se va alejando. Esto significa mejor salud para los ancianos y menos costos para las personas con pocos recursos ya que desaparece el gasto de calefacción. Además, cuando hace frío uno tiene ganas de quedarse en la cama por la mañana, mientras que en los días primaverales uno se levanta con más ganas. La contaminación se va despejando, las flores brotan, el pasto cobra un verde fresco, la luz aleja el gris monótono. Ya vienen las ganas de buscar el descanso fuera de la casa, mientras en el invierno el espacio se reduce bajo la techumbre.
La primavera se asocia con el amor, la juventud y el gozo de la vida. ¿Hemos perdido la estación de la primavera en nuestras vidas personales? No es difícil, con el acumulo de años, ir perdiendo el entusiasmo del vivir, la sensación de lo bello, el gozo de la amistad. A veces corremos el peligro de hacer de nuestra biografía personal un constante invierno, con asomos de otoño, pero con una ausencia total de la primavera.
La primavera nos trae cosas, buenas y malas, pero creo que es la estación que nos trae, la luz, el color y la salida del túnel del invierno.
Aunque aparecen las alergias, llega la época de los examenes en los estudiantes y está el mes de abril que suele ser cuando más llueve, hay que tener en cuenta que se cambia la hora, la gente está mucho más alegre, el acercamiento del verano y del calor acaba mostrando las terracitas, las primeras pieles morenas, la ropa más ligera y da gusto hacer deporte, pasear o simplemente salir a la calle Durante esta época, la actividad vegetal se encuentra en pleno apogeo. Aumentan las temperaturas y las horas de sol, trayendo como consecuencia una explosión de colores en jardines, terrazas y balcones de las casas. Vaya un post más poético me ha salido y mañana celebramos EL DIA DEL ARBOL.
1 comentario:
joder, ¡¡¡estás de un romántico!!!
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