Twitter te hace pensar que eres sabio,instagram que eres fotógrafo y facebook que tienes amigos. El despertar va a ser duro.
(Leído en redes sociales)

viernes, 26 de diciembre de 2008

COMPRAR POR COMPRAR


Consumimos como posesos. Queremos comprarlo todo, tenerlo todo, aunque muchas veces no sabemos qué vamos a hacer con lo que adquirimos. Sí, la compra compulsiva se ha instalado en nuestro cerebro. No se trata de unos pocos casos excepcionales, la patología se ha generalizado. Mucha gente, con toda naturalidad, dice: «Voy de tiendas» o «He estado de compras», admitiendo con el tono y con una sonrisa que hemos ido a adquirir objetos superfluos, que hemos ido a comprar por comprar. Los que se dedican a la Educación para el Consumo enseñan que antes de ir al centro comercial deberíamos hacer una lista con nuestras necesidades y atenernos a esa referencia. Es decir, se trata de no dejarnos seducir por los cantos de sirena de la publicidad, de las promociones, ofertas y rebajas; del encantamiento que provocan las luces, y de la magia de “lo nuevo”. ¿No os ha pasado que al llegar a casa te das cuenta de que has comprado más de lo que tenías previsto? ¿No has comprobado que acumulas ropa, libros o aparatos que luego no utilizas?
Cuando no sabemos qué hacer vamos de compras; consumimos para tratar de animarnos, para procurar tener una buena cara cuando hace mal tiempo. La insatisfacción nos empuja a tratar de encontrar la felicidad en una nueva camisa, pero, habitualmente, comprobamos que la posesión de ese nuevo objeto no nos satisface, que sólo disminuye el saldo de la cuenta corriente (y reconocemos que, en el fondo, sabíamos que eso iba a suceder), y, habitualmente, sentimos desencanto y un mayor vacío: hemos desperdiciado dinero y tiempo, y nuestros problemas son los mismos.

Pero el despilfarro, el consumo sin sentido, no sólo lo podemos ver en muchos de nuestros comportamientos cotidianos, también lo observamos en acciones de la administración. Así, cualquiera puede comprobar que, contradiciéndose, las mismas autoridades que dicen a los ciudadanos que cuiden el consumo del agua, de la energía y que contribuyan a reciclar el papel y otros materiales, despilfarran recursos en medidas sin sentido y en productos superfluos; así, es fácil observar iluminaciones excesivas, pérdidas en conducciones de agua, equipamientos urbanos inútiles, servicios sin contenido y sin demanda, planes que se quedan en un cajón, publicaciones y folletos de propaganda que permanecen en su propio embalaje o van directamente a la basura porque a nadie les interesa, cursos, cursillos y seminarios que sólo sirven para entretener a unos, que ganen dinero otros y que ciertos altos cargos justifiquen su puesto.

Hacen con nosotros como al burro con la zanahoria. Corremos detrás del nuevo producto y cuando apenas lo rozamos nos ponen otro más lejos, para que sigamos corriendo. Sí, vamos por la autopista y llegamos antes al destino, pero hemos perdido la oportunidad del ver el paisaje y cuando termina el viaje comprobamos que el punto de llegada es prácticamente igual que el de partida. Hay que poner más austeridad en nuestras vidas. El término parece antiguo, pero alude a un valor importante.Y el peor momento para empezar es ahora que sales a la calle y la gente compra que te compra con los ojos perdidos como zombies. Se trata de hacer un ejercicio de autoreflexión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

HOLA:HACE UN TIEMPO Q VENGO LEYENDO TU BLOG ME RESULTA MUY ENTRETENIDO,APARTE DE INTERESANTE LOS ARTICULOS.Y ESTE ULTIMO HOY TENGO TIEMPO DE DEJAR MI COMENTARIO.QUERIDO AMIGO PARA MUCHAS FLIAS SALIR A PASEAR SIGNIFICA SALIR DE COMPRAS,PASAR UNA TARDE DE SHOPPING,PARECE SER EL MEJOR PLAN DE UN FINDE,HAY SEGURIDAD,CALEFAC.O AIRE ACONDIC SEGUN LA EPOCA DEL AÑO,JUEGUITOS,COMIDA,Y POR SUPUESTO LO INFANTABLE LAS VIDRIERAS,EN CONCLUSION YO CREO Q COMPRAR AHORA EN ESTOS TIEMPOS ES UN PASATIEMPO MODERNO.
SEGUIRE LEYENDO TU BLOG.SALUDOS