El otro día estuve viendo la película nueva de la saga de 'Rocky' que en esta entrega (parece ser que definitivamente la última) la han llamado 'Rocky Balboa'. La película, flojita como todas las hechas por Stallone, excepto el primer Rocky, mostraba la posibilidad de enfrentar, vía programa informático, metiendo todos los datos anatómicos, fisiológicos, de rendimiento, técnicos, mentales etc, a dos púgiles de distintas épocas. El resultado era la simulación del combate hasta dar con el ganador. El vencedor era lo de menos, pero esa posibilidad informática podría abrir muchos debates intergeneracionales para ver si lo de ahora o lo de antes es mejor o peor. Creo que como en anteriores post las comparaciones son odiosas y enfrentar individuos de distintas épocas donde sociedad, ciencia, nutrición, teoría del entrenamiento y tantos y tantos condicionantes están involucrados, es ún intento vano que puede servir para tertulias amenas pero no que muestren resultados definitivos. Así, dejando a un lado el deporte, enfrentar y comparar actores, literatos, músicos, políticos, pintores etc es incluso más insensato que a deportistas porque todos nosotros si nos comparamos a lo largo de nuestra vida sea hace cuatro meses, dos lustros o treinta años nuestras inquietudes, estados de forma, imagen e incluso manera de ser puede que nos llevaramos una sorpresa sobre LAS VUELTAS QUE DA LA VIDA.
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