26 de febrero de 2013. La polémica sobre la privacidad e intimidad ha llegado hasta el Senado. Desde que hace unos cinco o seis años comenzará a desarrollarse la telelocalización no han parado de haber movimientos en contra de esta tecnología. En el año 2007 la telelocalización se convirtió en un sistema de alarma bastante eficaz y bastante fiable. Se comenzó aplicando a vehículos, pero también se comenzó a aplicar a personas. Estamos hablando de un GPS Localizador Personal, un aparato de reducidas dimensiones 100 x 45 x 25 mm y una batería de Litio recargable. Podía ser utilizado como teléfono de emergencia, realizando una llamada silenciosa que emitía un mensaje de voz digitalizada diciendo su localización, hora, fecha, dirección y la velócidad a la que se desplaza. Podía operar tanto en SMS como en GPRS, lo que permitía transmitir su localización mediante mensajes de texto o monitorización en tiempo real por Internet.
Su verdadera creación fue para ser utilizado como una alarma que se disparara cuando se entrara o se saliera de un área ya predefinida. Una utilidad que era bastante útil para personas con Alzheimer, demencia temporal, excursiones de niños, personas en lista de espera para transplantes, o incluso para un mayor control en departamentos correcionales.
Su verdadera creación fue para ser utilizado como una alarma que se disparara cuando se entrara o se saliera de un área ya predefinida. Una utilidad que era bastante útil para personas con Alzheimer, demencia temporal, excursiones de niños, personas en lista de espera para transplantes, o incluso para un mayor control en departamentos correcionales.
Pero desde que hace un par de años, las empresas contrataran a sus trabajadores obligando a llevar siempre consigo este artilugio, la intimidad y privacidad desaparecieron. Si bien muchas parejas como acto de confianza se han comenzado a regalar este sistema. Aquí aparece por tanto la dicotomía entre ser localizado o localizable las 24 horas del día aunque te quieras perder en el rincón más escondido o desconectarlo con la posibilidad de ser cuestionado. Es sin querer un nuevo Show de Truman.
2 comentarios:
Muy bueno. Ves al final todos querremos ser autónomos, jeje.
Yo creo que si te quieren localizar, que te llamen al movil. Pero eso de tenerte siempre controlado me parece muy agobiante. Sí lo veo práctico para determinadas personas enfermas o niños, pero para el resto NO.
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