Dentro de los grandes inventos realizados por españoles encontramos tanto la fregona como el chupa chups o el futbolín. Pero no se les acaban de considerar como iconos de nuestra cultura. Quizá la archiconocida bota (de beber vino), el botijo, el porrón, o incluso, la bombona de butano tendrían más opciones como iconos de la cultura española. Otros candidatos que ahora se me vienen la cabeza como grandes estrellas de los sesenta o setenta serían el inodoro Roca, la boina (tipo chapela) o el sombrero (tipo cordobés), la peineta, el traje de luces, el traje de flamenca, el capirote de semana santa o el tricornio de la Guardia Civil. Sin duda, el gran icono español de los sesenta creo que debe ser el seiscientos, sin menospreciar la motocicleta Montesa o la vespino.
Además que a nadie se le olvide la botella de anís del Mono que más allá de beber el interior, amenizaba las canciones en Navidad con su estruendoso e infatigable ruido, tampoco se deben olvidar otros iconos como las pastillas Juanolas, la botellas de Tio Pepe, por supuesto que las cajas donde se guardaba el Cola-Cao, el danone, los quesitos el Caserío, los conguitos, la entrañable Casera. Iconos que dan la vuelta al mundo y que no se pueden olvidar son algunos integrantes de nuestra gastronomía española, aunque me pese, esa es la Paella (odio la paella y el café), el cocido, la fabada o el gazpacho. Y qué me decís de otros iconos como la Nancy, la máquina tragaperras, la baraja española de Heraclio Fournier, los farias, la guitarra española, las castañuelas, el juego de Magia Borrás, Naranjito y Cobi, la letra Ñ, el Corte Inglés, los Madrid-Barça, la carta de ajuste y Mortadelo y Filemón. Pero ante todo, y eso que odio los toros, el símbolo más "icónico" de España es, sin duda, el Toro de Osborne...y algún día también será el Nuevo Valladolid.
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