RECOVECOS DE LA URBE

(Microciclo "rincones de Valladolid", entrega III)

Dicen que Valladolid va a soterrar su red ferroviaria urbana y poca gente sabe que ya hay trabajo hecho. Dicen que la ciudad, debido al Esgueva y a otra red de túneles, está llena de pasadizos por los que se podría viajar y pasear como en el metro de Madrid. Gracias a una red de pasadizos, el Rey Felipe III podía desplazarse desde sus habitaciones del Palacio Real a otras dependencias del «espacio áulico», respetando su intimidad.
A través de estos túneles, Felipe III se desplazaba desde su palacio, hasta el salón principal. De ahí descendía, debidamente oculto por estos entresuelos, por la calle San Quirce, hasta el Palacio de los Benavente (biblioteca de San Nicolás) y desde allí podía acercarse hasta la orilla del Pisuerga, donde le esperaba una barca que le dejaba en su casa de campo, en la Huerta del Rey.

Ya en la superficie podemos seguir viendo huecos, recovecos, pasajes y pasadizos que forman parte de la ciudad. Lo más característico de la ciudad son los llamados Corrales que existieron y aun existen (algunos) en la Plaza Mayor. El que aun permanece es el Corral de Torneros.

Hoy día encontramos un pasadizo desde San Quirce que nos lleva a la antigua Plaza de Toros, La Plaza del Viejo Coso. Se construyó en 1833 de forma octogonal como otras muchas de su época. Después fue cuartel de la Guardia Civil y tras tres años de abandono se habilitó para viviendas. Un lugar acogedor con varios bares para el tapeo.
El Pasaje Gutiérrez, construido por iniciativa del comerciante Eusebio Gutiérrez, es otra de los recovecos que hay que conocer de la urbe. Es una bella galería comercial con la construcción típica de la Europa del siglo XIX. Se contruyo en 1885 y está dividido en dos tramos que forman un ángulo obtuso. Fue restaurado a finales de los noventa. Comunica la calle Fray Luis de León y Castelar.Otros pasajes conocidos son el de Los Alarcos que comunica el 'Portu' con la zona Paraíso,o el pasadizo de la zona comercial que comunica Mantería con José María Lacort o el pasadizo de Miguel Iscar.
Y uno de los recovecos más curiosos lo encontramos en la Catedral en la calle que comunica la plaza de la Antigua con la de la Universidad, donde podemos ver bajotuneles que se adentran en las entrañas de la trasera de la Catedral y cuya entrada se puede ver en el post de ayer y que deberíais haber identificado.

Escondites, pasajes, tuneles que están a simple vista pero que muchas veces no les damos importancia igual que a ese dicho o refrán que nunca entendí el porqué de su uso y que dice... APROVECHANDO QUE EL PISUERGA PASA POR VALLADOLID...

De que año es está foto?